La organización manifestó su «preocupación y profundo desacuerdo» con la drástica medida tomada con 1.500 familias, la cual fue tomada desoyendo el pedido de la justicia «a mesas de gestión y diálogo a fin de dar una solución al conflicto».
La organización TECHO Argentina expresó su «preocupación y profundo desacuerdo al desalojo que sufrieron aproximadamente 1500 familias y al violento accionar de las fuerzas de seguridad» durante la medida tomada en e asentamiento Nueva Esperanza del partido bonaerense de Merlo.
«El desalojo se llevó a cabo desconsiderando la convocatoria del Juzgado de Garantías Nº 4 a mesas de gestión y diálogo a fin de dar una solución al conflicto, ante una posible negociación entre titular registral y los vecinos ocupantes. Este hecho ha sido potenciado por los mecanismos forzosos, violando derechos consagrados en los instrumentos internacionales, sin protección legal o alternativa a las familias involucradas en el proceso», advirtió TECHO.
El desalojo se llevó a cabo desconsiderando la convocatoria del Juzgado de Garantías Nº 4 a mesas de gestión y diálogo a fin de dar una solución al conflicto, ante una posible negociación entre titular registral y los vecinos ocupantes.
Agregó que «el desalojo no puede ser entendido como una solución a un problema de inseguridad, cuando el mayor problema que visibiliza Nueva Esperanza es la profunda crisis de acceso al suelo en la Argentina». Para la organización dedicada al relevamiento habitacional en el país y a la ayuda a sectores sociales sin vivienda, «el abordaje desde este punto de vista, no hace más que reforzar el estigma que pesa sobre las familias que viven en situación de urgencia en los asentamientos informales e ignorar la cuestión de fondo».
Asimismo, TECHO cargó contra el gobierno nacional por haber mantenido silencio ante el violento desalojo y cuestionó que tanto el gobierno de la provincia de Buenos Aires como el municipio de Merlo se hayan referido a la drástica medida como “fin del conflicto” luego de desocupar el predio pero ignorando el derecho a la vivienda de las 1500 familias hoy en la calle: «Si este es el fin del conflicto, entonces estamos realmente lejos de la solución», lamentó la organización.