La Comisión Económica para América Latina y el Caribe instó a los países de América Latina a aplicar el socorro económico que contenga la caída en la pobreza de millones de personas.
La CEPAL propuso a los gobiernos de la región entregar un Ingreso Básico de Emergencia (IBE) de 143 dólares por seis meses a los más pobres para ayudarlos a enfrentar los devastadores efectos del coronavirus.
La recomendación es parte del informe “El desafío social en tiempos del COVID-19”, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
CEPAL pidió además a los gobiernos garantizar transferencias monetarias temporales inmediatas para que los más vulnerables puedan satisfacer sus necesidades básicas y sostener los consumos de sus hogares.
El IBE de 143 dólares equivale a una línea de pobreza.
Es decir, es el costo por persona para comprar una canasta básica de alimentos y otras necesidades elementales.
El gasto adicional para los 215 millones de pobres de la región representa un 2,1% del PIB regional.
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La pandemia obliga a una ayuda universal inmediata[/caption]
Las consecuencias de las cuarentenas
Las medidas aplicadas por los gobiernos para frenar el coronavirus pegaron con fuerza en las economías locales. El confinamiento aumentó el desempleo y provocó las rebajas horarias de jornadas y a millones de trabajadores informales. Esto afectó especialmente a los vendedores callejeros, sin poder salir a la calle para ganarse la comida del día. La secretaria ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena, indicó que las transferencias deben tender a la permanencia. Asimismo, sugirió avanzar hacia un ingreso básico universal. Para Bárcena, hay que “asegurar el derecho básico a la sobrevivencia”. La CEPAL estima que en América Latina los pobres aumentarán de 186 millones a 215 millones de personas. Representaría un incremento del 30,3% al 34,7% en 2020. En la región viven 626 millones de personas, de las cuales un 13,5% sobreviven en pobreza extrema. CEPAL también recordó que un 53% de los trabajadores informales de la población económicamente activa en estos momentos no pueden generar ingresos y carecen de ahorros. “La pandemia ha hecho visibles problemas estructurales del modelo económico y las carencias de los sistemas de protección social y los regímenes de bienestar que hoy nos está resultando muy caro”, señaló. Para la organización regional, la pandemia contraerá la economía de la región 5,3%. Asimismo, creará 28,7 millones de nuevos pobres y quienes viven en pobreza extrema aumentarán en 15,9 millones, elevándolos a 83,4 millones de personas.Los más vulnerables
CEPAL considera que los más vulnerables a la crisis económica serían las mujeres. El efecto se sentirá especialmente entre quienes están en los estratos bajos y medio bajos. Las consecuencias también impactarán en las trabajadoras domésticas remuneradas, los niños, niñas y adolescentes, los jóvenes y las personas mayores. Asimismo, también se verán afectados la población rural, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las personas con discapacidad, los migrantes, y las personas en situación de calle.Fondos para la ayuda
La pregunta clave para los países de América Latina es de dónde sacar los recursos para disponer de millones en ayuda social. Para la titular de la CEPAL, parte de los recursos para costear la Ingreso Básico de Emergencia deberían provenir de los millonarios montos de evasión fiscal y tributos a al 1% más rico. A la fecha 29 países aplicaron 126 medidas de protección entre sus poblaciones. Estas acciones incluyen transferencias monetarias y de alimentos a 90,5 millones de hogares, lo que representa el 58% de la población regional. También destacan suspensión temporal del pago de servicios básicos, protección social para empleados formales y hasta alivios tributarios. La pandemia agravó las brechas sociales históricas y “es el momento de implementar políticas universales, redistributivas y solidarias con enfoque de derechos”, concluyó Bárcena. La pandemia obliga a una ayuda universal inmediata.]]>
