
«A mi me llamó Milei», dijo Carlos Rovira, jefe político de la provincia, en medio de la tensión entre el PRO y LLA por el rechazo del proyecto en el Senado.
Carlos Rovira, principal armador político de Misiones, reconoció ante su círculo más cercano que fue Javier Milei quien le solicitó intervenir para que los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut cambien su voto y así hacer caer el proyecto de Ficha Limpia en el Senado.
Aunque no ocupa cargos institucionales actualmente, el ex gobernador Rovira es considerado el verdadero jefe político de la provincia y mantiene un rol clave en las decisiones de sus legisladores nacionales.
La revelación, que impactó de lleno en el tablero político nacional, tuvo lugar en un encuentro reservado con dirigentes del Frente Renovador de la Concordia, fuerza que lidera desde hace más de una década.
«A mí me llamó Javier Milei», afirmó Rovira, según reconstruyeron varios testigos de la reunión. Con esas palabras, blanqueó su participación en la maniobra que permitió frenar una ley que prohibía que personas con condenas ratificadas en segunda instancia pudieran postularse a cargos públicos.
Durante ese mismo encuentro, que congregó a unos 50 funcionarios, diputados y ministros provinciales, Rovira no solo expresó su rechazo a Ficha Limpia, sino que también dejó en claro su postura respecto a las causas judiciales: considera que no deben impedir que alguien compita electoralmente. En ese punto, incluso mencionó a Cristina Kirchner, con quien mantiene una relación política distante.
Además, deslizó que el proyecto favorecía electoralmente a figuras como Silvia Lospennato y Mauricio Macri, lo que reforzaría la hipótesis de que el cambio de voto también buscó perjudicar la candidatura de Lospennato en Ciudad de Buenos Aires, donde La Libertad Avanza disputa terreno directamente con el PRO.

Los senadores Sonia Rojas Decut y Carlos Arce junto a Carlos Rovira, el mandamás de Misiones.
El episodio provocó un fuerte sacudón político. Dentro del PRO, las sospechas sobre una alianza táctica entre los libertarios y el kirchnerismo comenzaron a circular con más fuerza. La decisión de los senadores misioneros —que, tras la votación, regresaron a su provincia y se reunieron con Rovira— fue interpretada como una movida coordinada, con fines políticos específicos.
Silvia Lospennato, principal impulsora del proyecto, reaccionó con dureza: «La verdad siempre sale a la luz», expresó, luego de conocerse la admisión de Rovira.
Las especulaciones sobre un pacto entre el Gobierno y el kirchnerismo crecieron tras la votación. Algunos legisladores señalaron que el oficialismo pudo haber entregado Ficha Limpia a cambio de evitar la citación al Congreso de Karina Milei y Manuel Adorni por el caso $Libra. En esa sesión, finalmente solo fueron convocados Luis Caputo y Guillermo Francos, mientras el kirchnerismo desistió de ampliar las citaciones.
El vínculo entre Misiones y el Gobierno nacional se afianzó en los últimos meses. La provincia fue la mayor beneficiaria de los fondos discrecionales del Tesoro Nacional, recibiendo $16.000 millones entre 2024 y lo que va de 2025. En total se concretaron cuatro transferencias, entre ellas tres bajo el argumento de emergencias alimentarias e hídricas. Aunque Manuel Adorni desmintió estas cifras, fueron confirmadas oficialmente por Guillermo Francos en el Congreso.
Por debajo de Misiones, se ubicaron Salta con $12.000 millones, Chubut con $11.500 millones, Neuquén con $11.000 millones y Tucumán con $6.500 millones, esta última con un acuerdo parlamentario entre la Casa Rosada y el gobernador Osvaldo Jaldo.
El escenario dejó a la vista una trama compleja de negociaciones, alianzas y tensiones dentro del oficialismo y entre los bloques legislativos. La caída de Ficha Limpia reconfiguró el clima político y dejó en evidencia las disputas que atraviesan al oficialismo y sus aliados.