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España: la crisis que estalló en 2008 la pagaron los que menos tienen

Las consecuencias de la debacle económica en la zona del euro, y particularmente en tierras ibéricas, pegó en los sectores de menores ingresos, quienes vieron reducido lo que perciben mientras que los sectores mejor acomodados apenas si sufrieron recortes.
Un artículo publicado en el diario El País de Madrid refleja el impacto de la crisis de la zona del euro, desatada en 2008 con casi 10 años de duración. De acuerdo a la Encuesta de Población Activa que realiza en Instituto Nacional de Estadísticas de España, que divide a los trabajadores en diez grupos según sus ingresos, entre 2008 y 2015 el sueldo del 10% que menos gana perdió un 15%, frente al 5% que cayó la franja intermedia. En claro contraste, el 10% más alto mantiene su poder adquisitivo. «Y este fenómeno se refuerza por la globalización y la expansión de las tecnologías», afirma el periodista Antonio Maqueda.
Un ejemplo interesante para entender lo que significan estos números estadísticos lo aportó el economista Luis Garicano, a llevar la cuestión al terreno del fútbol:

Madrid y Barcelona pueden aprovechar audiencias globales para captar ahora muchos más ingresos y pagar sueldos millonarios, mientras que el equipo de un pueblo pequeño recaba incluso menos. Es decir, los más cualificados son más capaces de negociar al alza en un contexto de mayores posibilidades para ellos. De ahí la polarización.

Esta desigualdad manifiesta tuvo consecuencias más allá del fútbol, claro. Con la particularidad que la caída en los salarios comenzó a darse aún antes de aprobarse la reforma laboral de mediados de 2012. Según José Ignacio García Pérez, de la Universidad Pablo de Olavide, el golpe lo recibieron especialmente los que no gozan de estabilidad laboral:

Esta devaluación ocurre casi exclusivamente entre los que se mueven de un empleo a otro. Los que permanecen en el puesto de trabajo lo notan mucho menos. Hay un abismo entre los stayers y los movers.

El periodista Antonio Maqueda refuerza esta situación con números oficiales del INE español:

Si se toma la Encuesta Anual de Coste Laboral del INE, entre 2008 y 2016, una vez descontada la inflación, el salario medio en la hostelería pierde casi un 12% pese a la baja inflación. Las actividades artísticas y recreativas, las administrativas y otros servicios acumulan pérdidas del entorno del 10%. Y precisamente son las que menos ganan: en la hostelería el sueldo sin cotización ni indemnizaciones asciende a 13.502 euros de media en 2016. Administrativos: 15.348 euros. Entretenimiento: 16.358 euros. Otros servicios no profesionales: 15.168 euros.

Todas profesiones que tienen un fuerte componente de temporalidad, trabajo por hora o empleo joven. Es decir, a mayor temporalidad «la rotación permite encadenar cada vez peores contratos si se trata de empleo poco cualificado. Si hay más jóvenes, los salarios también suelen ser más bajos», afirma.
Sin embargo, los que logran sortear la crisis son los trabajadores de más calificación. «La industria gana un 2%, probablemente porque los que no perdieron el empleo se beneficiaron de la recuperación de las exportaciones. Y las eléctricas incluso ganan un 3% a pesar de tener los sueldos más altos con una media de 56.126 euros», resalta el artículo.
Jubilados a resguardo

En paralelo con este sube y baja de los salarios, los jubilados españoles lograron sortear la crisis. El sistema de pensiones para personas retiradas del trabajo otorgó beneficios o dividendos con un crecimiento del 3,4% durante la crisis que estalló en 2008. Esto se dio gracias a un aumento en el gasto en pensiones del 30 por ciento, por el aumento de los pensionistas y el incremento de los haberes de los que se jubilan (y un dato no menor: el gobierno del ex jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció que «los inmigrantes fueron quienes llenaron la alcancía de las pensiones para luego marcharse sin poder capitalizar las contribuciones realizadas a la pensión», revela la nota publicada en el diario El País.

De este modo, la «salida a la española» dejó estos ganadores y perdedores de la crisis de 2008 hasta estos días.

Sin embargo, no todos los países europeos eligieron la misma opción. Por caso, Alemania optó por no recortar salarios por igual número de horas trabajadas, sino reducir las mismas.

Alemania ha forjado una concertación social en la que los gastos del Estado de bienestar no se disparan, se pone a trabajar al máximo número de gente posible, se fomenta la formación en las empresas y los sindicatos promueven la moderación retributiva. En resumen, se preserva la competitividad de su tejido industrial a toda costa.

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Director de Voz por Vos. Locutor, periodista y docente. Conductor de "Ventana Abierta", lunes a viernes de 12 a 14 (FM Milenium -FM 106.7-). Columnista de temas sociales en Radio Ciudad y docente en la escuela de periodismo ETER.
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