El Banco Mundial considera fundamental alentarlas a la capacitación en oficios y profesiones que no requieren contacto físico con el ámbito laboral y marcar el camino a otras mujeres que quieran y necesiten obtener un trabajo.
Según un informe del Banco Mundial, «la economía digital puede ofrecer a las mujeres un medio para ganarse la vida, incluso si están excluidas de los mercados de trabajo tradicionales. Esto es especialmente cierto para las mujeres del mundo en desarrollo, donde los prejuicios culturales, las restricciones de movilidad, la seguridad y las limitaciones de tiempo a menudo impiden que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde en la fuerza laboral».
Para la institución, «la ventaja principal de la economía digital es que permite y alienta el trabajo a distancia, donde el género no tiene tanta importancia como en la economía donde se requiere la presencia física. Esto abre un mundo de oportunidades para las mujeres en los países pobres.
«La ventaja principal de la economía digital es que permite y alienta el trabajo a distancia, donde el género no tiene tanta importancia como en la economía donde se requiere la presencia física».
Pero los obstáculos para participar en la economía digital a menudo pueden ser tan difíciles de superar como las trabas que impiden a las mujeres ser parte de la economía tradicional. Estas restricciones y limitaciones pueden imposibilitar que las mujeres aprovechen los “dividendos digitales”.
Un desafío fundamental es la falta de acceso equitativo a Internet. Según Mavis Ampah, especialista principal en políticas sobre tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) de las Prácticas Mundiales de Transporte y TIC del Banco Mundial, en la última década la mayor parte de la atención se ha centrado en incrementar la conectividad de los países en desarrollo al mundo digital.
El Banco Mundial destaca que «esto ha aumentado de manera rápida, especialmente en el área de la penetración de la telefonía móvil. No obstante, cuando se trata del acceso a internet, aún existe una marcada brecha. En el próximo Informe sobre el desarrollo mundial, que aborda la economía digital, se dará a conocer que solo el 18 % de los hombres tiene acceso a internet en África. En el caso de las mujeres, esta diferencia es aún más amplia: solamente el 12 % de las mujeres puede hacerlo en la región».
Otro obstáculo es la educación de las mujeres en áreas relacionadas con el mundo digital. Pero quizás el mayor obstáculo es la carencia de modelos a seguir. Si las jóvenes y sus familias no ven a otras mujeres en estas funciones, es difícil para ellas incluso considerar postularse para los cursos de capacitación. Como parte de su proceso, Andela exige a las mujeres que capacita y que conecta con los empleadores, como una manera de devolver lo que han recibido, que sirvan como mentoras de las posibles nuevas postulantes.
Si las jóvenes y sus familias no ven a otras mujeres en estas funciones, es difícil para ellas incluso considerar postularse para los cursos de capacitación.
Este problema es particularmente grave en Afganistán y Pakistán, donde el conflicto ha exacerbado las barreras culturales tradicionales para las mujeres en el lugar de trabajo. Sin embargo, incluso allí, las mujeres están encontrando maneras de ingresar al mercado de los empleos digitales.
fuente: Banco Mundial