Del 24 al 30 de octubre Naciones Unidas promueve la concientización sobre la necesidad de desarmar a la sociedad civil, a fin de reducir las tasas de mortalidad.
En el año 2013, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) adoptó por una abrumadora mayoría el Tratado sobre el Comercio de Armas, mediante el que se regula la compra y venta de armas pequeñas y de otros tipos de equipamiento militar.
Una mayoría de países miembros de las Naciones Unidas, 113, firmó ese tratado y 7 lo ratificaron. Durante la ceremonia de firma de tratados de la ONU Estados Unidos, entre otros países, se sumó a este acuerdo internacional, que supone un hito en los esfuerzos por detener el flujo ilegal de armas hacia regiones en conflicto u organizaciones violentas.
En esa ocasión, el Secretario General del organismo, Ban Ki-moon, destacó especialmente el compromiso del país del norte de América: «Es de especial importancia que el país exportador de armas más grande del mundo, Estados Unidos, es ahora también uno de los países que se han comprometido a una regulación mundial del comercio de armas».
La gran mayoría de los conflictos violentos en nuestros días ocurren en el interior de los Estados.
En la Guía Básica sobre el Desarme que publica la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA), se constata que la gran mayoría de los conflictos violentos en nuestros días ocurren en el interior de los Estados y sus víctimas son principalmente civiles. Las mujeres, los niños, los discapacitados y los pobres, son especialmente vulnerables en países o regiones en crisis.
Las víctimas de las violencia armada son principalmente civiles. Las mujeres, los niños, los discapacitados y los pobres, son especialmente vulnerables en países o regiones en crisis.
También se recuerda que la mayoría de los muertos que provoca una guerra no son resultado directo de los combates sino de las enfermedades y la malnutrición agravadas por los enfrentamientos bélicos.
La mayoría de los muertos que provoca una guerra no son resultado directo de los combates sino de las enfermedades y la malnutrición agravadas por los enfrentamientos bélicos.
En el Documento Final del período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de 1978 dedicado al desarme (resolución S-10/2