Colombia padeció la pérdida de 11 de los 17 picos nevados que tenía su territorio. Una recorrida por la Sierra Nevada del Cocuy demuestra el impacto ambiental en la zona, como fiel reflejo de una preocupante realidad que se da en otros tantos rincones del mundo.
La periodista colombiana Paola Jinneth Silva Melo realizó un valioso informe desde la Sierra Nevada del Cocuy, en Colombia, desde donde describe la lenta «muerte» de los glaciares, también en ese país.
En el informe, publicado en el porte i-ambiente.es, la comunicadora describe: «Cocuy se encuentra entre los departamentos de Boyacá y Arauca, entre 4.500 a 5.300 metros sobre el nivel del mar. La zona fue declarada Parque Nacional colombiano en 1977. Según la periodista, «hoy representa actualmente el 35% del glaciar que posee Colombia y se lleva la categoría del más extenso. Aun así, según cifras del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia-IDEAM en comparación con el área glaciar existente en 1850 hasta datos del 2010, el nevado ha perdido el 89% de la nieve, es decir que pasó de tener 148,7 km2 a 16 km2 en 160 años».
«Según cifras del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia-IDEAM en comparación con el área glaciar existente en 1850 hasta datos del 2010, el nevado ha perdido el 89% de la nieve, es decir que pasó de tener 148,7 km2 a 16 km2 en 160 años».
Jorge Luis Ceballos, glaciólogo del IDEAM, lleva varios años monitoreando y señala que «en los últimos meses visualmente el glaciar se ha mantenido, pero durante los 9 años que ha estado a la cabeza sabe que este pierde más masa de lo que gana, y ello se representa en una disminución del 3 al 5% del área, lo que representaría una pérdida de 20 a 25 metros por año. Basados en estos cálculos se estima masa glaciar para solo 30 años más»
«Durante los 9 años que ha estado a la cabeza sabe que este pierde más masa de lo que gana, y ello se representa en una disminución del 3 al 5% del área, lo que representaría una pérdida de 20 a 25 metros por año. Basados en estos cálculos se estima masa glaciar para sólo 30 años más».
Paola Silva Melo describe que, en el ascenso a los picos nevados, se observa claramente cómo «la flora y la fauna suben la cordillera copando espacios que 10 años atrás eran nivales, sino que también se reporta la presencia de aves en cotas altitudinales muy superiores a su hábitat. Un fenómeno de adaptación al cambio de la temperatura que se ha identificado como catena, es decir que a medida que se funde el glacial todo el ecosistema sube un nivel más arriba de la montaña».
Estos cambios permiten que los glaciales, a diferencia de otros ecosistemas, sean considerados excelentes laboratorios para estudiar el cambio climático porque al ser un lugar muy sensible reaccionan de forma rápida y fiel a los cambios atmosféricos.
Parte de la esperanza por conservar ecosistemas como la Sierra Nevada de Cocuy, «proviene de una ruta que se expuso en la COP 20 con el fin de instar a una reducción del 40 al 70% de las emisiones de GEI a lo largo de los próximos cuarenta años. Si ello no se logra, según el informe Turn Down the Heat y la revista Nature será inevitable que para el 2100 aumente la temperatura en 4 grados centígrados», destaca la periodista colombiana.