Son menores sobre los cuales no se tiene rastro desde la salida de sus países y al ingresar al continente. Algunos pudieron ser rescatados por sus familias, aunque el resto podría estar en manos de redes de trata de personas.
La Oficina Europea de Policía (Europol) estima, según sus previsiones más conservadoras, que al menos 10.000 niños refugiados han desaparecido al llegar a Europa. Algunos de ellos terminaron con familiares sin conocimiento de las autoridades, pero otros se encuentran en manos de organizaciones de tráfico de personas, según los oficiales europeos.
Sólo en Italia están desaparecidos 5.000 niños refugiados, según datos de las autoridades italianas, y en Suecia, 1.000.
La estimación conservadora tiene motivos de ser: Sólo en Italia están desaparecidos 5.000 niños refugiados, según datos de las autoridades italianas, y en Suecia, 1.000, indicó el portavoz de Europol, que no pudo mencionar cifras de otros países. «Estos niños pueden ser víctimas de abusos, y hemos pedido a nuestros colegas (en Europa) que sean conscientes de que esto podría pasar».
El portavoz confirmó unas afirmaciones de Brian Donald, uno de los responsables de Europol, quien había declarado al diario británico «The Guardian» que existen pruebas de que algunos de los niños que viajaban solos fueron víctimas de abusos sexuales.
Uno de los responsables de Europol, Brian Donald, había declarado al diario británico «The Guardian» que existen pruebas de que algunos de los niños que viajaban solos fueron víctimas de abusos sexuales.
Tanto en Alemania como en Hungría ha sido detenido «un gran número» de criminales que explotaban a refugiados, señaló el portavoz. Ha surgido una infraestructura criminal que busca a sus víctimas entre los refugiados, agregó.
Por ejemplo, al puerto sueco de Trelleborg llegaron 1.000 niños no acompañados que luego desaparecieron. Las autoridades no saben dónde están esos niños. Según estimaciones de Europol, había probablemente unos 270.000 niños entre el millón de refugiados que llegaron a Europa el año pasado.
Europol tiene informaciones que indican que aquellos criminales que primero se aprovecharon de los refugiados como traficantes de personas ahora también intentan venderlos como esclavos o explotarlos sexualmente.
La opinión pública debe entender, continuó el portavoz, que los niños desaparecidos «no han sido escondidos en algún bosque», sino que viven «delante de nuestros ojos». Por ello, la gente debería estar atenta para que eventualmente pueda descubrir a niños explotados.