En España, la ONG Energy Control propone un modo de encarar el consumo de drogas de diseño incorporando la noción de la seguridad a la hora de ingerirlas.
La muerte de cinco chicos durante una fiesta electrónica en Costa Salguero sacudió no sólo a los porteños sino a todos los argentinos.
La ingesta de drogas de diseño (supuestamente adulteradas) pone de manifiesto una realidad: la de que los jóvenes están a merced de la suerte misma al tomar estas pastillas.
Por supuesto que la mirada abolicionista observa este hábito con estupor: la idea de prohibir esta práctica aflora desde dicha perspectiva, mientras quienes resisten tal perspectiva dudan de una medida restrictiva.
Mientras en la Argentina el debate surge, en Europa la cuestión ya pasó varios estadios. Es así que, por ejemplo en España, varias ONGs trabajan en el control de drogas dentro de los espectáculos en los que es habitual el consumo de pastillas como el éxtasis, PMMA, metanfetamina y otras.
En diálogo con Diego Corbalán en FM Milenium, la coordinadora del programa Energy Control en Baleares, Alicia Bustos Vargas, contó la experiencia que llevan adelante con esa y otras organizaciones que «asesoran» a los jóvenes durante las fiestas electrónicas ante la duda sobre la composición de las pastillas que irán a consumir.