La Asociación de Mujeres Meretices de la Argentina (Ammar), lanzó una campaña en la que reclaman igualdad de derechos laborales, por ejemplo poder facturar como monotributistas y tener obra social. Como parte de su reclamo, difundieron una serie de afiches con el lema «diferentes herramientas, los mismos derechos».
La secretaria general de Ammar, Georgina Orellano, argumentó que «la actividad que desempeñamos las trabajadoras sexuales no es ilícita pero nos obligan a ejercer en entornos clandestinos y criminalizan nuestros lugares de trabajo. A esto se suma el estigma social que pesa sobre la oferta de servicios sexuales. Si el trabajo sexual contara con un marco normativo contaríamos con el amparo estatal y nuestros derechos no serían constantemente vulnerados».
Según Ammar, «las meretrices piden que se les reconozca el derecho a elegir y estar en igualdad de condiciones que el resto de la clase trabajadora; promover la incorporación de los/las trabajadores/as sexuales a los sistemas previsionales y asistenciales y acceso a la educación y a la salud integral; y el ejercicio libre del trabajo sexual, la organización sindical y la seguridad social».
Finalmente, rechazan que «en 19 provincias argentinas continúan vigentes artículos contravencionales que llevan presas hasta por 30 días a las trabajadoras sexuales que ejercen en la vía pública». En consecuencia, exigen la «derogación» de la penalización de esa actividad y «una regulación que garantice sus derechos».