María de los Ángeles corre por los niños que hoy esperan por un donante de médula ósea. Aunque ya no puede recuperarlo, también se lanza a completar cada marartón en memoria de su sobrino, quien falleció mientras esperaba un órgano.
Ella es una corredora de la vida. Fue el destino el que la empujó a completar cada maratón. No lo hace por ella, sino por los muchos chicos que en el país esperan por un donante.
María de los Ángeles Musumeci se lanzó a esta aventura luego de haber perdido a su sobrino, mientras esperaba un donante. El hígado llegó tarde. Hoy ella intenta que casos como el del pequeño no se repitan. Con semejante pérdida, esta mujer tomó conciencia de la gran cantidad de otro pequeños que esperan por un donante.
La búsqueda de evitar nuevas muertes la hace correr hoy cada maratón con un fin bien solidario: concientizar a los argentinos sobre la necesidad de ser donantes de médula ósea.
En diálogo con Nicolás Singer y Diego Corbalán en Radio Ciudad, María de los Ángeles contó su historia de entrenamiento, esfuerzo físico, sudor y «militancia» solidaria por la donación de sangre.