La ultramaratonista María José Rutilo propone asumir un desafío sencillo y trascendente. Concientizar sobre el cuidado del entorno, especialmente en carreras masivas y darle al agua el valor central que tiene su presencia, especialmente en zonas vulnerables de nuestra Argentina.
Mientras se difunde cada vez más el hábito de correr, la cultura «runner» también va tomando forma, más allá de poner en movimiento los pies. Es que, además de cuidar el propio cuerpo, hay quienes también buscan preservar el entorno en el que se practica este deporte.
Así lo entendió María José Rutilo, una ultramaratonista quien, junto con el grupo Zapatillas Verdes pusieron en sus pies un desafío con «mensaje doble»: solidaridad y cuidado del medioambiente.
Según contó en diálogo con Mario Massaccesi y Diego Corbalán en Radio Ciudad, «corriendo por varios barrios, se me ocurrió que con tantas botellas tiradas se pueden juntar y entregar a los cartoneros». El desafío es concientizar a los runners sobre la importancia de que su actividad no contamine, con la paradoja que señala María José de que «el espacio público es de todos pero es de nadie».
Esta ultramartonista manifestó su interés en que los corredores tomen conciencia sobre la necesidad de no desperdiciar agua, especialmente en la organización de grandes eventos. Pero se entusiasma en el día a día dando charlas a sus colegas runners: «Veo que mucha gente que prueba y se contagia» con el compromiso de cuidar el medioambiente.
Pero María José va por más: a partir de este trabajo de concientización, también buscará llevar el mensaje de otras personas que promueven el acceso al agua de muchas poblaciones vulnerables de la Argentina. Para ello, participará de distintas competencias promocionando el trabajo del Proyecto Agua Segura, una idea impulsada por el conductor de televisión Julián Weich y el doctor Nicolás Werteime.