Gastón Caminata es un auténtico apasionado por el cuidado del ambiente («no medioambiente», aclara). Desde su querida Pinamar, este promotor de la concientización por la preservación de la naturaleza (y de la humanidad) tiene recetas muy interesantes para conocer y adoptar.

Con sólo escucharlo unos segundos, Gastón Caminata deja en claro que es un apasionado por el «ambiente». Y va el entrecomillado para ambiente porque, a poco de charla, este militante por el cuidado del entorno aclara que preservar el «medioambiente» es ocuparse apenas de la mitad de la naturaleza que nos rodea. Todo un provocador, sin dudas.
Como líder del proyecto Yo Amo Mi Playa y director de Fundación Big Human Wave. Gastón siempre tiene la palabra justa para estimular a su interlocutor e invitarlo a comprometerse con la preservación de nuestro entorno. «Corazón o cabeza. Si pensamos con el corazón, vamos a pensar qué mundo le vamos a dejar a nuestros nietos«, dispara desde el arranque.
Gastón Caminata llama a la acción constantemente y nos da recetas de las más simples y variadas: «Somos una energía que va para un lado, sin imponer. Por qué no comer más verduras y más semillas y menos animales que emite gas metano. Por qué no nos lavamos las manos y nos secamos sacudiéndolas».
Para el impulsor de Yo Amo Mi Playa, la concientización es parte de su vida; y la denuncia, también: «En Ostende vemos que hay parques que se riegan aún cuando llueve. Estamos ambientalmente dormidos. Nos enojamos cuando no pasa el recolector. Tenemos que tratar a nuestros residuos como a nuestros hijos. Hay que comprar inteligentemente, poco packaging. Al recolector hay que decirle: ‘Pasá cada 10 días’. A las pilas hay que ponerlas en una botellita de plástico y sentirnos orgullosos». A las lámparas de bajo consumo, también». Una catarata de recomendaciones a la carta, listas para tomar y empezar a aplicarla en nuestra cotidianidad. Sin excusa posible.
Pero la acción concientizadora por el «ambiente» también tiene impacto político. Y en las playas bonaerenses así sucedió. Como lo cuenta el propio Gastón, «en Pinamar hicimos una ordenanza por la que en 2012 dejamos de usar bolsas plásticas«, resalta y se entusiasma: «Ahora vamos a sacar una ordenanza por los sorbetes. Es un proceso largo pero se puede hacer. (Pero) la limpieza de playa ya casi no la necesitamos hacer».
Y le manda un mensaje a la sociedad, más que a la dirigencia gobernante en municipios, provincias y la Nación misma: » Debemos concientizar a los políticos para que entiendan que la mejor inversión es el ambiente. No les vamos a exigir a ellos los que nosotros tenemos que hacer. Es por igual».
Siempre es un placer escuchar a los apasionados por lo suyo. En el caso de Gastón Caminata el placer es doble, gracias al nervio que logra tocar en los que nos hemos ido convirtiendo en convencidos sobre la necesidad de que algo hay que hacer con nuestro entorno, para que algo cambie en nosotros mismos.