Lautaro tenía una cardiopatía que lo obligaba a utilizar un marcapasos desde que tenía cuatro meses de vida. Según su mamá, «el corazón llegó demasiado tarde».
El pasado 12 de enero, Lautaro Sabio fue operado de urgencia en el Hospital Italiano, en ciudad de Buenos Aires, debido a la formación de un coágulo grande en la válvula mitral. Fue necesaria la colocación de un corazón artificial mientras conseguían al donante.
Aquel hecho fue un más en su larga historia de pelea por al vida. Las esperanzas nunca se perdían entre sus familiares y amigos. Varios artistas y deportistas se habían sumado a la campaña en favor de Lautaro. Sin embargo, el paso de los días generaban más y más incertidumbre ya que el corazón que necesitaba no aparecía.
Finalmente, el órgano apareció un día después de su cumpleaños, el pasado domingo 29 de enero. Lautaro Sabio fue trasplantado, aunque el paso de los días mostró complicaciones en su estado de salud.
Tras conocerse su fallecimiento, su mamá, Jimena Caggiano, lo despidió a través de las redes sociales:
La mamá de Lautaro, Jimena Caggiano, relató que su hijo murió porque “su corazón llegó demasiado tarde”, por lo que sostuvo que “el mensaje” que deja el fallecimiento del adolescente “es que por favor donen: hay chicos que están esperando un corazón”.
La familia del chico, agradeció a través de las redes sociales “a todos por el amor inmenso e incondicional que recibimos durante estos días” y valoraron que “esta es una batalla que no sólo ganó Lauti sino todos nosotros”.
Una espera de 11.000 almas en la Argentina
El caso de Lautaro es el capítulo final de una larga espera de más de 10 mil argentinos. Y pone en evidencia la necesidad de seguir concientizando en el país sobre la necesidad de ser donante de órganos.
Según datos del INCUCAI, más de 11.000 personas esperan un trasplante.
El modo de convertirse en donante en sencillo. Se puede ingresar en la página del INCUCAI e inscribirse tanto como donante de órganos y tejidos como así también de médula ósea.
La institución recuerda que la donación de órganos no implica mayores complicaciones y despeja varias dudas:
- ¿Quiénes pueden ser donante de órganos?: La donación depende de las características del fallecimiento. Llegado el momento, los médicos determinan cuales son los órganos y/o tejidos aptos para trasplante. Para poder donar órganos, la persona debe morir en la terapia intensiva de un hospital. Sólo así puede mantenerse el cuerpo artificialmente desde el momento del fallecimiento hasta que se produce la extracción de los órganos. En el caso de los tejidos, no es necesario que la muerte se produzca en una terapia intensiva.
- Luego del fallecimiento de una persona, ¿la familia puede informar sobre su voluntad de ser donante?: Sí. Esta información es de gran importancia, sobre todo en el caso de la donación de córneas, que pueden extraerse a las personas fallecidas en su domicilio hasta varias horas después del deceso. El familiar debe comunicarse directamente con el INCUCAI o con el organismo jurisdiccional correspondiente.
- ¿La donación de órganos modifica la apariencia de la persona fallecida?: No. Los órganos se extraen mediante un procedimiento quirúrgico que no altera el aspecto externo del cuerpo, que es tratado con suma consideración y profundo respeto.
- ¿Cómo se distribuyen los órganos donados?: Existe una lista de espera única en todo el país para cada tipo de órgano, controlada y fiscalizada por el INCUCAI. La asignación de órganos y tejidos se hace exclusivamente en base a criterios médicos objetivos.
- ¿Cuál es la posición de las religiones en relación a la donación de órganos?: La mayoría de las religiones se han pronunciado a favor de la donación de órganos y tejidos como un acto de solidaridad con la comunidad.
- ¿Se pueden donar órganos en vida?: Sólo ante una necesidad extrema, frente a la falta de donantes cadavéricos, se plantea la posibilidad del donante vivo, debiendo existir un vínculo familiar de acuerdo a la legislación vigente. Esta alternativa se refiere únicamente al caso de trasplantes renales y hepáticos.