El equipo Sub 20, que reúne a jugadores de 14 a 21 años de todo el país, participará del certamen en San Pablo, Brasil.
Tras llevar a cabo la concentración y entrenamientos en las instalaciones del Instituto Román Rosell, dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf) del Ministerio de Desarrollo Social, el plantel del seleccionado argentino Sub 20 de Fútbol para ciegos viajó rumbo a San Pablo, Brasil, donde disputará por primera vez los Juegos Parapanamericanos Juveniles.
Los Juegos Parapanamericanos Juveniles se celebrarán entre el 20 y el 25 de marzo. El evento contará con alrededor de mil atletas de entre 14 y 21 años, de 20 países que participarán de 12 deportes. La primera edición de los Juegos se realizó en Venezuela en 2005, cuatro años más tarde se desarrollaron en Colombia, y en 2013, la sede fue Argentina.
El equipo juvenil de Los Murciélagos está conformado por jóvenes de 14 a 21 años de todo el país.
Los protagonistas
Nahuel López, cordobés de 19 años que juega de volante en la Selección Sub 20 y es uno de los referentes del equipo. “El fútbol es todo en mi vida”, comentó. Su padre falleció mientras él disputaba la Copa Libertadores en Perú. Y tomó la decisión de seguir jugando. “El deporte nos enseña a ser responsables, respetuosos, compañeros, a ser independientes y entrenar todos los días”.
Ignacio Oviedo, de 16 años, de Bella Vista, Buenos Aires. Quedó ciego a los 5 años y contó cómo fue la experiencia de empezar a jugar al futbol en una escuelita para no videntes que había en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD). “Ser ciego no es tener una enfermedad, sino simplemente una circunstancia y una consecuencia”. Y coincidió con su compañero en que “el futbol para mí es todo, es lo mejor que me pasó en la vida. Usar la 10 es un orgullo y una responsabilidad. La tiene Messi y la tengo yo”.
Mario Ríos nació en Posadas, Misiones, en el seno de una familia muy humilde. Comparte la casa con sus padres y 6 hermanos. Perdió la vista a los 6 años jugando al fútbol, pero eso no le impidió seguir practicando deportes. “De chico estaba encerrado y no tenía ganas de nada hasta que entendí que no tengo una discapacidad, que soy sano y que eso no me impide jugar a nada”. Con sus 16 años juega de delantero y sueña con triunfar en los juegos: «Quiero ser una revelación, hacer muchos goles y volver con la medalla”. Y sentenció: “El mejor juguete que inventó el hombre es la pelota”.
Rodrigo Mendoza, hijo de padres ciegos, es uno de los dos arqueros que tiene el Seleccionado Sub 20. Se muestra orgulloso por representar al país y vestir la misma camiseta que vistió su papá, una de las leyendas del histórico equipo de “Los Murciélagos”, quien le enseñó “los valores del deporte y la vida”.
Martín Demonte es el Director Técnico Nacional de las selecciones de futbol “Los Murciélagos”, categorías juveniles y femeninas, y coordinador General del Instituto Roman Rosell. Desde su experiencia destacó la importancia de tener un lugar para que los equipos puedan entrenar y formarse: “Esta es la cuna del fútbol de ciegos, donde nacieron los legendarios Murciélagos, y por eso es muy importante volver a los orígenes donde uno se inició”. Actualmente se lleva adelante un plan de recuperación muy importante del predio para llegar a cada uno de los más de un millón y medio de personas no videntes que hay en la Argentina, para que puedan hacer actividades, rehabilitarse y tener una vida plena.
