El particular fenómeno comenzó a ser tendencia entre los asilados, ante la alta tasa de rechazo de las solicitudes para permanecer en suelo germano.
Los demandantes de asilo en Alemania están confesándose culpables de asesinato, lo sean o no, para evitar la deportación a sus países donde podrían correr peligro. Se trata de una nueva tendencia que se está empezando a contemplar en diferentes partes del país y que busca burlar las deportaciones.
En la región germana de Hesse el número de solicitudes de asilo crece cada día. Sólo el año pasado se registraron 25.000 peticiones y muchas de ellas fueron rechazadas, ya que los inmigrantes estaban presentando argumentos falsos en sus solicitudes. Entre ellos la confesión de asesinatos que no han cometido para evitar la expulsión.
El diario alemán Breitbart señala detalla la insólita estrategia de los inmigrantes:

Los inmigrantes, procedentes en su mayoría de países africanos y asiáticos, confiesan un crimen que habrían perpetrado en su lugar de origen. En este caso la petición no se aprueba automáticamente, ya que muchos de esos países mantienen instaurada la pena de muerte.
Según las normas europeas de derechos humanos, los Estados miembro no pueden deportar a los inmigrantes de países donde se podrían enfrentar a la pena de muerte. En estos casos, el asilo está casi siempre garantizado.

La fiscal estatal Nadja Niesen afirmó que ‘’el número de este tipo de investigaciones aumentó de manera significativa. Desde noviembre estamos descubriendo que en más del 60% de solicitudes, el refugiado alega haber cometido un crimen en su lugar de origen, lo que nos fuerza a investigar’’.
Bajo la ley germana, las autoridades están obligadas a investigar todas las reclamaciones de los demandantes de asilo, pero no pueden cooperar con sus países de origen para no ofrecer detalles sobre el paradero de sus ciudadanos. A falta de datos y con sólo una confesión del supuesto criminal, las autoridades se ven obligadas a ofrecerles asilo.
fuente: La Gaceta (España)