Jason Laughlin, quien tiene movilidad reducida por una enfermedad congénita, relató su experiencia de mostrarse en esa red social de conquistas sin su verdadera apariencia.

El periodista Jason Laughlin, decidió armarse un perfil en la famosa red social de citas Tinder. Luego de un período durante el cual mostró su condición de persona con capacidad motriz reducida, decidió quitar las imágenes que lo mostraban con su muletas. Su idea era ver cómo reaccionaban las mujeres en la aplicación.
«Al borrar mis limitaciones físicas, tuve una idea de lo que se sentía la ‘normalidad'», afirmó Laughlin quien reconoció que al tomar la decisión empezó a tener mayor éxito en la aplicación.

Al principio, el experimento realizado por el periodista lo hizo sentirse en un entretenido “juego de rol”, ya le permitía de forma anónima estar en un mundo del que siempre quiso participar. Sin embargo, luego de un tiempo, el entretenimiento pasó a generarle angustia al sentir que estaba engañando a las personas, por lo que desistió de seguir.  «Sería injusto no permitir que estas mujeres supieran cómo me veía antes de conocerme, así que les expliqué mi situación», confesó.
«Desafortunadamente, si alguien te da una oportunidad en aplicaciones como Tinder o Bumble depende, en gran medida, de cómo te ves. Con mis ‘deformidades’ estoy seriamente en desventaja desde el principio», destacó con crudeza Jason Laughlin.
Luego de tomar la decisión de quitar las fotos con sus muletas, los resultados fueron previsibles. Algunas de las mujeres con las que Laughlin conversó no tuvieron problema en seguir la charla e incluso concretar una cita. Sin embargo, todo terminó en nada.

Otras, le dijeron sin tapujos que no querían salir con personas discapacitadas. Esto, dice, no lo afectó. Las que realmente le hicieron sentir mal fueron aquellas mujeres que comenzaron a responder los mensajes con menos frecuencia, sin decirle frontalmente que no querían tener una cita con él.