Durante su visita a Colombia, el jefe de la Iglesia Católica exhortó a los religiosos a dar un lugar de protagonismo a las mujeres dentro de sus comunidades y advirtió que “si se quiere una nueva y vivaz etapa de la fe en este continente, no se obtendrá sin las mujeres”.
El papa Francisco hizo una fuerte exhortación a las Iglesias latinoamericanas para que reconozcan a la mujer un rol central en su misión cotidiana.
Durante el encuentro con el comité directivo Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), el Sumo Pontífice hizo referencia «al rostro joven y mestizo de América Latina», continente al que confió a la protección de la Virgen, invocada con los nombres de Guadalupe y Aparecida.
Al ponderar el rol de la mujer en la Iglesia, Francisco señaló que “de sus labios hemos aprendido la fe; casi con la leche de sus senos hemos adquirido los rasgos de nuestra alma mestiza y la inmunidad frente a cualquier desesperación”.
Asimismo, realzó la figura de las madres indígenas y «morenas» latinoamericanas: “Pienso en las mujeres de la ciudad con su triple turno de trabajo, pienso en las abuelas catequistas, pienso en las consagradas y en las tan discretas artesanas del bien. Sin las mujeres la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer continuamente”.
“Son las mujeres que, con meticulosa paciencia, encienden y reencienden la llama de la fe. Es un serio deber comprender, respetar, valorizar, promover la fuerza eclesial y social de cuanto realizan”, remarcó el Papa y advirtió: “»si se quiere una nueva y vivaz etapa de la fe en este continente, no se obtendrá sin las mujeres”.
Finalmente, sentenció: “Por favor, no pueden ser reducidas a siervas de nuestro recalcitrante clericalismo; ellas son, en cambio, protagonistas en la Iglesia latinoamericana; en su salir con Jesús; en su perseverar, aun en el sufrimiento de su Pueblo; en su aferrarse a la esperanza que vence a la muerte; en su alegre modo de anunciar al mundo que Cristo está vivo, y ha resucitado”, subrayó.