Luego de casi 80 días sin novedades en la causa que conmueve a la Argentina, los profesionales convocados lograron dar con un cuerpo que, ahora, es sometido a pruebas para determinar si pertenece al joven artesano desaparecido en la Patagonia. ¿Por qué ellos pudieron y otros especialistas no?
El Comandante General, Gustavo Nicola, Director Nacional de Operaciones de los Bomberos Voluntarios, es una de las voces que cuenta con más autoridad y detalle el trabajo de los bomberos que dieron con el cuerpo a la vera del río Chubut, que hoy es sometido a pruebas para determinar si pertenece a Santiago Maldonado.
«Fue gratificante cumplir con el objetivo de la búsqueda. Se cumplió con las expectativas del Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios», dice con orgullo Nicola quien remarca que poseen «siete brigadas operativas en todo el país» con más de 1.000 cuarteles y unos 43.000 hombres y mujeres en sus distintos cuerpos.
El jefe de bomberos reconoce que la convocatoria que les llegó en esta ocasión trascendental, como sucedió en otras y varias ocasiones, se produce «cuando por alguna razón se supera la capacidad operativa». De más está decir por qué en el caso de la desaparición de Santiago Maldonado valía la pena la llamada a estos expertos y desinteresados profesionales.
El comandante Gustavo Nicola reconoce que «cuando se desató el caso Maldonado nos pusimos a disposición», aunque recién la llamada llegó 72 horas antes de que finalmente dieran con el cuerpo que flotaba en aguas del río Chubut. «Esta vez nos tocó a nosotros, (aunque) no estuvimos en las otras búsquedas», aclara.
El trabajo de los bomberos voluntarios no deja de sorprender. Como nos lo decía en diálogo con Ventana Abierta en FM Milenium, Nicola reconoció cómo sostienen económicamente su tarea al decir que «la financiación es a través de subsidios nacionales y en algunas provincias se reciben apoyos» locales. Pero, ante la pregunta sobre por qué son bomberos voluntarios y no rentados con relación directa con las instituciones de seguridad, Gustavo Nicola no dudó en afirmar: «El día que nos paguen un peso no se si vamos a hacer bomberos voluntarios». Increíble, ¿no?
Pura vocación, pura entrega… sin resignar el profesionalismo.
Sé que puede sonar algo rara esta nota en este portal; pero créanme que estas líneas valen más por el reconocimiento al gran trabajo de los bomberos voluntarios que a la noticia periodística en sí, más allá de su trascendencia.
Almas de este calibre no siempre se encuentran en esta faz de la tierra.