El crimen de Gokhan Acikkollu, un profesor de historia de 42 años, es paradigmático. Fue agredido «hasta la muerte» casi dos semanas por la policía de Estambul. Cientos de miles padecen el terror.
«Lo tuvieron detenido durante 13 días», dice Ayhan Acikkollu, el padre de la víctima. «Mi hijo era una persona digna y honrada, probablemente no pudo soportar el maltrato y sufrió un ataque al corazón», denuncia sobre el asesinato cometido por la policía. «Ni siquiera le tomaron declaración, no hubo un veredicto», agrega. «Nunca estuvo involucrado en nada ilegal», sigue. «No podemos defender nuestros derechos, no podemos decir nada, no podemos hacer nada». El testimonio aparece en un video que está dando la vuelta al mundo a través de las noticias y las redes sociales (por ejemplo, en Turkeypurge.com).
El muerto es Gokhan Acikkollu, un profesor de historia de 42 años de una escuela secundaria estatal de Estambul, la ciudad de pasado imperial que es la más moderna, pujante y poblada de Turquía. El docente fue detenido el 23 de julio de 2016, días después de un golpe de estado fallido, realizado por altos mandos del ejército, tras el cual hubo seis meses de estado de excepción decretado por el gobierno.
La tragedia de este maestro es un caso paradigmático de la salvaje persecución de ciudadanos que hay en el país. El número de presos políticos en territorio turco fue calculado este año en 40 mil por la organización humanitaria Amnistía Internacional.
«Hay tortura sistemática en Turquía», dice sobre la situación actual Ibrahim Halil Baran, líder de Partiya Kurdistani, un partido político que representa a la minoría kurda, en diálogo con Turkeypurge.com. El hombre fue liberado este año tras varios meses de cautiverio. «Puedo identificar a los agentes que me maltrataron», dice. «El jefe de policía en persona ejecuta la tortura; los médicos escriben informes sin ver a los detenidos; los fiscales rechazan peticiones citando la falta de fundamentos para acciones legales; y los jueces se niegan a registrar las acusaciones de abusos».
«Torturado hasta la muerte», se titula el informe sobre el docente Gokhan Acikkollu difundido por el Centro para la Libertad de Estocolmo (Stockholm Center for Freedom), con sede en la capital sueca. La entidad es dirigida por ciudadanos turcos.
«Los detalles de este caso lo hacen único, con hechos hasta ahora desconocidos sobre el deceso de Acikkollu que realmente han sacudido a nuestros investigadores», dice Abdullah Bozkurt, presidente de SCF, en diálogo con Turkeypurge.com.
«Hemos decidido dedicar este informe a su memoria para mostrar al mundo lo que está sucediendo bajo el régimen brutalmente opresivo del presidente Recep Tayyip Erdogan», agrega. «Se les dijo a los doctores todos los días lo que estaba pasando y la oficina del fiscal recibió copias de estos registros también diariamente», explica. «Sin embargo, una y otra vez lo enviaron (al profesor de historia) de regreso a detención para enfrentar una nueva ronda de torturas, lo que finalmente le costó la vida».
La violencia del Estado y específicamente la tortura son viejos problemas en el país. Por ejemplo, la Fundación por los Derechos Humanos (Human Rights Foundation), una entidad civil local, dice que hace más de una década, en 2006, asesoró a arriba de 10 mil sobrevivientes de tormentos de agentes gubernamentales.
Terror a toda escala
Naciones Unidas y Amnistía Internacional están impedidas por parte de las autoridades turcas para investigar la existencia de abusos contra los derechos humanos. El Comité del Consejo de Europa para la Prevención de la Tortura visitó varios centros de detención y entregó, de acuerdo con el protocolo previsto, sus conclusiones al gobierno local, que nunca las difundió.
Desde 2016, más de 125.000 jueces, maestros, policías y funcionarios turcos han sido suspendidos o despedidos. De ellos, 36.000 han sido arrestados formalmente. Por otro lado, 130 medios de información, incluyendo 16 emisoras de televisión y 45 periódicos escritos, han sido cerrados.
Hasta la página Wikipedia fue bloqueada. Tras la prohibición, el estadounidense Jimmy Wales, fundador de ese espacio virtual, uno de los más populares del mundo, fue desvinculado de la World Cities Expo, un evento internacional que se realizó este año en Estambul.
Yaman Akdeniz, profesor de derecho local, estima en 127.000 el número de sitios web censurados. Paralelamente, se calcula que el 45 por ciento de los turcos ha eludido los bloqueos en la web mediante el uso de redes privadas.
El Congreso turco despojó a casi la cuarta parte de sus miembros de la inmunidad parlamentaria, incluidos 101 diputados que responden, por un lado, a una facción que defiende a la minoría kurda y, por otro, al principal partido de la oposición.
Cerca de 500 personas que firmaron (como Académicos por la Paz) una petición a favor de los derechos de la población kurda recibieron amenazas y fueron sometidas a investigaciones administrativas y procesamientos penales. Además, 142 de los adherentes fueron despedidos de sus trabajos.
Mientras tanto, continúan los enfrentamientos armados entre fuerzas estatales y los rebeldes kurdos, principalmente en el este y el sureste del país, zonas mayoritariamente habitadas por esa etnia. En tal marco, el gobierno sustituyó a los alcaldes de 53 municipios; 49 de los mandatarios reemplazados son del grupo kurdo de oposición.