Tal como se había anunciado, en Arabia Saudita ya permite conducir a las mujeres.
Nueve meses después de que el rey Salmán levantara la anacrónica prohibición con un decreto real, las saudíes van a ponerse al volante.
El cambio va mucho más allá del simple hecho de poder estar al volante de un vehículo.
Las mujeres ya pueden conducir en Arabia Saudita tras fin de prohibición https://t.co/QvPFIe7qWk pic.twitter.com/SMg97G4dIw
— CNN en Español (@CNNEE) 25 de junio de 2018
La prohibición limitó la movilidad de las mujeres en un país sin transporte público adecuado.
Esto redujo las posibilidades de poder sumarse al mundo del trabajo, pese a contar con una educación incluso superior a la de los hombres.
Una reforma amplia
La decisión del príncipe Mohamed va mucho más allá de permitir mujeres manejando.
Además, está impulsando un ambicioso programa de reformas para superar la dependencia del petróleo que exige modernizar la sociedad y recortar la influencia del clero.
Entre los objetivos de su Visión 2030 se encuentra lograr que para ese año las saudíes sean el 30% de la fuerza laboral (frente al 10% actual).
Las mujeres de Arabia Saudita tienen derecho a conducir desde este domingo. El Secretario General de la ONU espera que el fin de la prohibición que se hizo efectiva a media noche genere más oportunidades para las mujeres y las niñas. ➡️https://t.co/21iulQsxaL pic.twitter.com/GbmpSRcrlO
— Noticias ONU (@NoticiasONU) 24 de junio de 2018
De ahí, entonces, la necesidad de terminar con las restricciones que pesan sobre las mujeres.
Los efectos del levantamiento ya están dando resultados.
Algunas mujeres ya se están inscribiendo en los programas de plataformas de transporte como Uber o Careem, en busca de un empleo.
De entrada, la eventual reducción del número de conductores privados tendrá un impacto positivo en el presupuesto de muchas familias. Además, se prevé que estimule la venta de autos y el sector de los seguros.
Mientras tanto, persisten algunas dudas sobre las reformas.
Es que en Arabia Saudita aún persiste la obligación de que un hombre (padre, esposo, hermano o hijo) las autorice para ir a la Universidad, renovar el pasaporte y viajar al extranjero.
Y las propias autoridades dejaron en claro desde un principio que el levantamiento del veto a que condujeran las mujeres era una concesión real, no un derecho conquistado.
De ese modo, no hubo ningún reconocimiento a las numerosas saudíes que durante tres décadas vienen haciendo campaña para conseguirlo.
fuente: El País