Los mexicanos fueron a las urnas para elegir presidente y ungieron a Andrés Manuel López Obrador como nuevo mandatario, por Morena (Movimiento Regeneración Nacional).
Sin embargo, detrás del interés por una nueva expresión política en el poder del país, asoman verdaderos flagelos sociales que vienen golpeando impiadosamente a México.
Solo durante la campaña electora, al menos 140 políticos perdieron la vida frente a los nueve de 2012. Lo que convirtieron a los recientes comicios en los más sangrientos de la historia del país.
Desde comienzos del proceso electoral, el pasado septiembre, la violencia se intensificó.
Con el asesinato de José Guadalupe Chan Dzib, son 7 los periodistas que han caído producto de la violencia en lo que va de 2018 en #Mexico. Junto con nuestra organización hermana, el Sindicato Nacional de Redactores de Prensa, #Fepalc exige la resolución de este crimen pic.twitter.com/uazAEhqs91
— FEPALC (@FEPALC) 2 de julio de 2018
Según el recuento de la secretaría de Gobernación, en 2017 se registraron 25.300 asesinatos. Dato inusitado desde que comenzaron este tipo de cálculos oficiales en 1997.
Esta situación podría justificarse con el cambio de poder de unas manos a otras en muchas partes del país, donde el narcotráfico tiene intereses paralelos.
Sin embargo, también se entiende mejor si advertimos las cifras de asesinatos durante el último sexenio, 104.000, cuando todavía quedan seis meses de Gobierno de Enrique Peña Nieto al frente del país.
Lleïr Daban, que ha trabajado como asesor en estas elecciones para más de 40 candidatos entre alcaldes municipales, diputados y senadores, confiesa que le ha tocado vivir directamente esta delicada circunstancia.
El asesinato de José Guadalupe Chan Dzip es el 5º de un periodista en México, en relación con su labor informativa, registrado este año.
En total, ARTICLE 19 ha documentado 117 asesinatos de periodistas en el país desde el año 2000. Los últimos 44 durante el gobierno de @EPN. pic.twitter.com/TBNB7tFlHo— ARTICLE 19 MX-CA (@article19mex) 1 de julio de 2018
Para Lleïr Daban, asesor político de varios candidatos a alcaldes, los comicios «han sido escandalosos y han quedado demostrado que esta situación se da en puntos calientes, donde el narcotráfico es fuerte y quiere mantener su influencia política por todos los medios. Para los que trabajamos en política fue un gran problema porque ya se piensa más si compartir auto o evento con determinado candidato».
Violencia contra el periodismo
La violencia en México no queda sólo dentro de las fronteras de la política.
Los periodistas, en un país que es considerado como uno de los más peligrosos del mundo para ejercer la profesión, son el eje de constantes ataques sangrientos, episodios que suelen quedar impunes.
Según la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF), la protección de los periodistas será el «gran desafío para el futuro presidente de México», electo Andrés Manuel López Obrador.
«El presidente saliente, Enrique Peña Nieto, dejará el poder sin haber frenado la corrupción y la violencia que gangrenan al país. Durante su mandato -manchado por al menos 39 asesinatos de periodistas y más de mil agresiones a reporteros, un récord en la historia del país– la situación de la libertad de prensa no ha dejado de deteriorarse», advierte RSF.
Según la organización, «en 2017, 11 perdieron la vida, convirtiendo a México por segundo año consecutivo en el segundo país más mortífero del mundo para prensa, justo después de Siria (con 12 reporteros asesinados en 2017) y Afganistán (11 asesinatos en 2018), países oficialmente en guerra».
«Un fracaso que hace recaer una gran responsabilidad sobre el futuro presidente y su equipo gubernamental», remarca.
Reporteros Sin Fronteras además, lamentó que los ataques a la prensa mexicana hayan sido mencionados escasamente durante el debate electoral.
«Los partidos políticos han abordado muy brevemente en los debates el tema de los derechos humanos y, en particular, el de la libertad de información. Peor aún, los programas de los principales candidatos no contemplaron ninguna medida concreta para producir un cambio duradero en este campo que, sin embargo, es fundamental».