La entidad civil especializada en adicciones y violencia social del partido bonaerense de San Isidro participa junto a otros actores en un proyecto de la concejal Rosalía Fucello.
«Me preparé mucho durante casi dos años para actuar como perito de parte en un caso de bullying bastante complicado; la víctima, que era un chico, terminó acusada pero por suerte todo se resolvió favorablemente para él; una situación muy triste, muy penosa para toda la familia».
Zulema Musi, psicóloga y presidenta de Líderes por la Vida, organización civil del partido bonaerense de San Isidro especializada en adicciones y violencia social, contó su experiencia en una charla realizada en el Concejo Deliberante local.
«La entrada a un mundo oscuro y triste», fue el título de la conferencia convocada por Rosalía Fucello, vicepresidenta del cuerpo legislativo y autora de una campaña proyectada para 2019 con la colaboración de Líderes por la Vida.
Participaron asimismo del coloquio y apoyan la iniciativa los siguientes actores de San Isidro: Virginia Notenson —psicóloga del Centro Periférico Martínez y el Centro de Salud Ramón Carrillo—, Verónica Ramos —docente de Westmont School—, Marcela Minisini —miembro del Centro Infantil El Nido—, Gustavo Hirsch —secretario del Niño, Adolescencia y Familia— y Gustavo Orduna —presidente del Consejo Escolar—.
También asistieron, entre otros, Carolina Marcó del Pont y Úrsula Bort, ambas de la clínica Tap Norte, especializada en terapia asistida con perros.
«Todos los chicos saben perfectamente qué es el bullying; empieza con la burla, que en otras épocas era decirle a alguno gordo, petiso, orejudo; algo que todos hemos vivido», dijo Zulema Musi; «la diferencia es que el bullying se da de manera sistemática, permanente».
«El término bullying ha prendido», dijo Virginia Notenson; «si se traduce es patoterismo o matoneo o segregación; viene de bull, que es toro».
«Bullying viene del inglés bull, toro», confirmó Verónica Ramos; «to bully es el verbo: torear, acosar, intimidar», continuó; «según las estadísticas de Nueva Zelanda, solo el 19% de los agredidos cuenta que es víctima de este tipo de violencia».
«El 50% de los chicos en las escuelas sufren bullying», dijo Rosalía Fucello.
«La familia y el colegio son dos pilares frente al bullying que deben estar íntimamente comunicados y que no pueden desconocer lo que está sucediendo», dijo Zulema Musi; «hay una responsabilidad de parte de la escuela; no es ajena en absoluto cuando se denuncia algo así; tiene la obligación de citar a los padres, brindar talleres; también es importante que la familia se involucre; por ejemplo, cuando los chicos llega mal del colegio, con el guardapolvo manchado o el uniforme roto».
«Hay que prevenir el bullying, porque puede volverse muy complicado», agregó; «para prevenir hay que trabajar con la niñez, con los chicos cada vez más pequeños y de distintas formas; a través del arte, la expresión, el deporte, distintas maneras de enseñarles la solidaridad, la generosidad, compartir, cooperar en vez de competir».
«En el ciberbullying no hay fin»
El 2 de mayo es considerado Día Mundial contra el Bullying desde 2013 por decisión de la Unesco y gracias a una propuesta de la organización civil argentina Bullying sin Fronteras.
«Comportamiento agresivo no deseado entre niños en edad escolar que implica un desequilibrio de poder real o percibido», dice la definición oficial en Estados Unidos; «el comportamiento se repite o tiene el potencial de repetirse a lo largo del tiempo; tanto los niños que son acosados como los que acosan a otros pueden tener problemas graves y duraderos».
Este desarrollo fue acordado en 2014 por los departamentos federales de Salud y Educación; el concepto es usado, por ejemplo, en la campaña gubernamental Stop Bullying (stopbullying.gov).
La primera edición del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua —de 1726— dice que acosar es lo que se hace «con los toros en el coso [plaza, arena], y con los venados, y otros animales en la caza»; el texto agrega que, metafóricamente, un acosado es también el perseguido «con molestias, trabajos, ahogos, miserias y vexaciones».
«Uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad», dice la acepción de violencia de la Organización Mundial de la Salud, «que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones».
«El bullying tiene tres sujetos», precisó Virginia Notenson; «el acosado o víctima, el agresor o quien lo comanda, y los espectadores, que son los que dan soporte, ya sea presenciando los hechos o filmándolos y reproduciéndolos, que es una característica de esta época, la viralización de los hechos», explicó; «está el ciberbullying; con el bullying a secas el chico iba al colegio, soportaba alguna situación y después salía; en el ciberbullying no hay fin».
«Aquel que sufre bullying puede tener dos actitudes», dijo Zulema Musi; «una reactiva, a través de la violencia, como entrar al colegio con un palo o con un revólver o abrir la puerta a patadas, de manera que termina siendo acusado cuando en realidad era la víctima, y otra pasiva, irse replegando, perdiendo la autoestima y la posibilidad de estudio, de socializarse».
«Habitualmente el que lleva a cabo el hostigamiento, la humillación, la desvalorización, sea física, verbal o sexual, es uno con algún compañero que lo sigue y después se acopla todo el grupo», continuó; «el acosador o aquel que ejerce el patoterismo o el mando de la bandita, porque se crean banditas, igual que en el ámbito deportivo, pueden tener una autoestima baja».
«Falta armar redes, se habla de las redes del delito, en temas de educación y salud falta eso», dijo Marcela Minisini; «abrir este espacio es un beneficio para todos, para los chicos y para mucha gente que no conoce cómo ni dónde; no hay comunicación ni hay conocimiento; cuántas organizaciones trabajan en adicciones, bullying, maltrato, abuso».
«Esto es una tarea en conjunto, hay que trabajar el tema con las escuelas, bajarlo al territorio, es importante para todos», dijo Gustavo Orduna; «el Consejo Escolar es un organismo netamente administrativo pero muchas veces es el primer lugar al que recurren los padres, en los que notamos con frecuencia una gran angustia porque no se sienten contenidos; como que la directora minimizó lo ocurrido, lo vamos a trabajar y pasan dos meses, tres meses; esto obedece a la falta de capacitación que hay en las instituciones en general, no solo en los directivos».
«La salud no es solo biológica»
«Que el chico pueda fortalecerse en su personalidad, en sus emociones», es según Rosalía Fucello el desafío; «el objetivo del proyecto es comprometer a los distintos sectores», explicó sobre su iniciativa para 2019; «la idea es primero armar la campaña al estilo de Stop Bullying y No Bully [nobully.org, iniciativa civil californiana]», continuó; «en mayo las escuelas participarán con una muestra de dibujos donde los chicos puedan volcar sus emociones; cómo viven, cómo les pasa su vida escolar, que es donde generalmente se produce esto; la muestra va a ser itinerante para que además participen los vecinos, queremos que los vecinos también se involucren como último paso».
«La salud no es solo biológica, tenemos que resolver problemas psicosociales y entenderlos como enfermedades», dijo Gustavo Hirsch; «todos los países del mundo se reunieron a fines del siglo pasado y definieron la salud como el completo estado de bienestar biopsicosocial; buscamos convertir al chico en un adulto autónomo; para esto hay que trabajar todas las etapas con cada dificultad que se pueda dar; creemos en la educación emocional».
«La terapia asistida con perros funciona porque es una motivación diferente para que los pacientes se acerquen a hacer un tratamiento», dijo Carolina Marcó del Pont, en su rol de psicóloga de Tap Norte, que ofrece una alternativa a las víctimas de bullying o de cualquier forma de violencia; «atendemos diferentes diagnósticos, una gran variedad de problemas; los pacientes vienen dispuestos a jugar con una mascota; en ese juego uno pone los objetivos terapéutico», agregó; «hay poca competencia, el rubro está apenas desarrollado en la Argentina».
«De pronto hiciste algo bien y el perro solo por su propia iniciativa te da un beso o te da la pata», dice Úrsula Bort, adiestradora canina; «el perro todo el tiempo está desafiando con cosas distintas», siguió; «es inesperado lo que el paciente va a tener que hacer, la persona tiene que ir resolviendo».
«Cada vez hay más chicos en el prebullying», dijo Virginia Notenson; «son casos que directamente no soportan estar en la escuela, ser mirados; tienen ataques de pánico».
«La violencia escolar es un síntoma social», advirtió; «una reivindicación de la violencia social que no queda solamente del lado de los estudiantes; hay diversas precariedades que atraviesa la escuela, por supuesto que hay escuelas más favorecidas, como hay medios sociales mas favorecidos que otros».
«El bullying en la actualidad se da en chicos mucho más chicos, niños de 8 a 10 años, que son preadolescentes», dijo Zulema Musi; «se da en el deporte también, no solo en el ámbito escolar».
«Es fundamental la transmisión de valores», resaltó; «que es algo que trabajamos con los más pequeños; el fortalecimiento de la estima personal del chico ocurre desde sus primeros años de vida; los encargados de transmitir los valores son los padres; la base fundamental viene de ahí; pero a veces los padres trabajan todo el día o hay modelos de familia alternativos, en los que por ejemplo falta el papá».
«Hay una frase que me conmueve: poco no es lo mismo que nada», concluyó Zulema Musi, «lo poco que podamos hacer para detener el bullying no es lo mismo que no hacer nada».