A continuación, resumimos la mirada de tres integrantes de la Red Argentina de Investigadoras e Investigadores en Salud (RAIIS). Ellos son Mariano Pérez Filgueira, Mariana Manteca Acosta y Flavia Sacerdoti. su objetivo es desmitificar mucho de lo que se viene hablando y debatiendo en los medios de comunicación sobre la propagación del coronavirus y la lucha por eliminarlo.
¿Se están realizando los pasos científicos adecuados para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2?
SI. El desarrollo de vacunas de uso en humanos, e inclusive las de uso veterinario, debe cumplir una serie de etapas de verificación. Básicamente, consiste en buscan evaluar varios aspectos. Por un lado, su seguridad (que no produzca daño al individuo su aplicación) y por el otro, su eficacia (que efectivamente otorgue protección contra el patógeno).
Las vacunas en desarrollo contra la COVID-19 reconocidas por la OMS siguieron y siguen este camino como cualquier otra vacuna. Sin embargo, debido a la emergencia sanitaria desencadenada por la pandemia a nivel mundial, los tiempos se aceleraron. Esto se debe al moderado nivel de dificultad técnica de la vacuna. Pero además, gracias a la enorme cantidad de recursos (humanos y materiales) dispuestos para su obtención. De esta manera, los plazos para el desarrollo de vacunas contra SARS-CoV-2 se van cumpliendo con mayor rapidez.
¿Cuáles son las etapas de desarrollo que una vacuna contra el coronavirus?
Las etapas que debe superar el desarrollo de una vacuna pueden dividirse en: etapa preclínica, Fase I, Fase II y Fase III (estas tres últimas denominadas etapas clínicas):
- la preclínica, incluye pruebas en modelos celulares y animales de laboratorio, donde se determina qué efectos potenciales pueden tener las vacunas y sus distintos componentes si fueran administrados a las personas (o la especie de destino que sea).
- En la Fase I se evalúa fundamentalmente la seguridad (que no produzca daño per se la formulación) de la vacuna en un número reducido de personas sanas (decenas).
- En la Fase II se mide tanto la seguridad cómo la capacidad de la vacuna de generar inmunidad contra el patógeno (generación de anticuerpos o células específicas que puedan dar protección contra el microorganismo de interés). Esta etapa sirve para elegir una formulación más definitiva de la vacuna y se prueba en cientos de individuos.
- Por último, la Fase III, ya implica probar la vacuna “a campo” es decir con miles individuos que van a estar expuestos al agente infeccioso y busca fundamentalmente evaluar la eficacia protectora de la vacuna. En esta última etapa en la que se encuentran varias vacunas contra el COVID19 (1).
Todas las vacunas luego de su aprobación por los organismos sanitarios correspondientes siguen siendo monitoreadas en la fase que se denomina Fase IV. Allí, es donde se registran posibles efectos adversos o efectos no deseados de la vacunación mucho menos frecuentes, entre otros controles.
¿Cuántas vacunas contra el coronavirus hay en desarrollo a nivel mundial?
Existen diferentes diseños de vacunas virales (virus inactivados, virus atenuados a proteínas o subunidades del virus, a vectores virales, a ADN o ARN entre otros). Y en este contexto, más de 160 candidatos vacunales se están desarrollando en el mundo. Ellas utilizan diferentes estrategias de las mencionadas anteriormente. Actualmente existen 6 vacunas para COVID 19 que se encuentran en Fase III, 2 vacunas en Fase II, 7 vacunas entre Fase I y II, y 10 vacunas en Fase I. A su vez existen 139 vacunas candidatas en estudios preclínicos, incluyendo un desarrollo argentino.
¿Qué vacuna está por producirse en Argentina para el coronavirus?
La vacuna que sería producida en nuestro país (si concluye satisfactoriamente la Fase III) es aquella que desarrolló Oxford y la empresa AstraZeneca. Su diseño está basado en un vector viral (“vacunas vectorizadas”). Esto quiere decir que se utiliza un virus (un adenovirus en este caso) modificado genéticamente al que se le insertó el gen que codifica para una proteína de SARS-CoV-2. Este adenovirus modificado puede replicarse en las células de la persona vacunada, sin que la misma se enferme. A su vez , logra expresar la proteína del virus SARS-CoV-2 contra la cual se va a montar la respuesta inmune y dar protección al individuo contra el virus.
Los vectores adenovirales han sido utilizados por décadas en terapia génica para el tratamiento de enfermedades por deficiencias genéticas en humanos. Sin embargo, su uso en vacunas es más reciente y existen pocas vacunas licenciadas con esta tecnología. Si bien es una vacuna de tecnología novedosa, al igual que las vacunas producidas por tecnología más tradicionales, no se aplicará a la población si todas las pruebas de seguridad correspondientes no se superan con éxito.
¿Qué otra vacuna se probará en Argentina contra el coronavirus?
La otra vacuna que se está probando en la Argentina es la de BioNTech/Fosun Pharma/Pfizer. Su diseño está basado en la administración de una molécula de ARN que lleva la información para una proteína del virus SARS-CoV-2, que el organismo podrá producir y que reconocerá como extraña.
La persona vacunada generará una respuesta inmune contra ella otorgando inmunidad, es decir adquirirá protección contra el virus. Este tipo de vacunas, denominadas genéricamente como “vacunas génicas”, están formuladas de forma tal que permitan que las propias células de la persona produzcan la proteína contra la cual el cuerpo desarrolle inmunidad posteriormente. Esta vacuna es completamente nueva. Comenzó sus ensayos en Alemania a finales de abril y en EEUU a principios de mayo del corriente año. Ahora será testeada en Argentina. Sin embargo, como en caso anterior seguirá los mismos protocolos de evaluación de seguridad indicados por la OMS, igual que cualquier otra vacuna en desarrollo.
Las dos vacunas citadas se encuentran en fase III del desarrollo y por lo tanto aún se precisa que sean evaluadas en miles de individuos, incluyendo voluntarios de Argentina y otros países del mundo.
¿Estas vacunas se pueden incorporar a nuestro genoma, modificarlo, o transmitir estas modificaciones genéticas a nuestra descendencia?
Ninguna de las vacunas actualmente en fase III tiene evidencia de tener la capacidad de modificar el material genético de las células humanas. Es decir, no pueden promover alteraciones permanentes en la información genética. Los adenovirus modificados por ingeniería genética, por ejemplo, como los de la vacuna de Oxford, son altamente estables sin integrarse en el material genético de la célula diana (13, 15). De igual manera, para que una mutación genética se transmita a la descendencia (se herede) debe afectar a las gametas (óvulo o espermatozoide) y no hay ninguna evidencia hasta el momento de que ocurra con este tipo de diseños de vacunas.
¿Se realizó el aislamiento del virus del coronavirus SARS-CoV-2?
SI. No sólo se ha logrado el aislamiento del coronavirus causante del COVID-19 de miles de pacientes en el mundo, sino que se secuenció su genoma, y hasta pudimos verlo en foto. Sólo contando en Argentina se ha podido descifrar la información genética de casi 400 cepas. Esto no hubiera sido posible si el virus no se hubiera aislado previamente.
¿Los kits diagnósticos de PCR son específicos para el virus SARS-CoV-2 o puede darme positivo por cruzarse con otro virus?
SI, son específicos. La técnica de PCR es considerada suficientemente específica y sensible y es la técnica recomendada para la confirmación de los casos sospechosos. Los sistemas diagnósticos de PCR para COVID-19 se basan en la detección de 1 a 3 genes específicos del virus SARS-CoV2. De este modo, reducen significativamente la posibilidad de que haya falsos positivos, es decir que se detecte otro virus que no sea el SARS-CoV2
¿Es cierto que se dejaron de atender a pacientes que no tienen síntomas de COVID19?
NO. Desde el primer día que se determinó el aislamiento preventivo obligatorio, los centros de salud, hospitales y clínicas de Argentina no dejaron de atender a las personas que tuvieron y tienen la necesidad de realizar su consulta médica. Es decir, personas embarazadas, con morbilidades y/o seguimiento de planes de vacunación previstos siguieron siendo atendidas. De esta manera se garantizó la atención de las urgencias, y si bien se han postergado las actividades programadas, en el sistema privado de salud ya las han restablecido. El Ministerio de Salud de la Nación trabaja actualmente en la reactivación escalonada de actividades en función de la capacidad del sistema. Las medidas de aislamiento adoptadas son realizadas para evitar que el sistema de salud colapse, impidiendo que se agote la capacidad de personal de salud y de instalaciones sanitarias para atender a cualquier paciente.
¿Qué es la inmunidad de rebaño? ¿Aplica para esta pandemia del coronavirus?
La inmunidad de rebaño describe un estado inmunitario poblacional en el que existe un número suficiente de personas que poseen inmunidad protectora contra una determinada infección. Esta inmunidad actúa como “cortafuegos del agente patógeno” impidiendo que el mismo infecte a los individuos que no poseen dicha inmunidad. Esta protección es sólo posible de alcanzar mediante la aplicación de una o más vacunas. Así, permitirán alcanzar el nivel de inmunidad poblacional necesario (generalmente para lograr esto se necesita entre 70 y 80% de inmunidad de la población) (9,10).
¿Por qué no se utiliza inmunidad de rebaño en la pandemia del coronavirus?
En el caso de la pandemia del SARS-CoV-2, si bien aún no se dispone de vacuna segura y en el mercado, algunos proponen la teoría de la inmunidad de rebaño. En ese sentido, apelan a que si las personas susceptibles y de bajo riesgo (jóvenes sanos por ejemplo) se contagian libremente, generarán con el tiempo una cantidad suficiente de infectados recuperados. En ese sentido, estiman que al virus le será más difícil encontrar a los individuos susceptibles y vulnerables (por ejemplo adultos mayores), cortando la transmisión.
¿Por qué esto NO ES POSIBLE?
Muchos de los jóvenes infectados considerados susceptibles sin supuestas comorbilidades, son asintomáticos. Sin embargo, otros muestran síntomas muy fuertes con neumonía bilateral que puede inclusive generar efectos adversos que podrán ser medibles recién a largo plazo o inclusive llevar a la muerte.
Consideremos que el porcentaje de mortalidad por COVID19 es relativamente bajo en nuestra población (menor al 2%) (11). Pero, si dejamos que naturalmente se infecten las personas, el número absoluto de muertes ascendería a números alarmantes. Esto fue lo que sucedió en otros países que adoptaron esta medida (más de 100.000 muertes en Brasil, más de 160000 muertes en Estados Unidos, por ejemplo) (12).
Se estima que dicha inmunidad de rebaño para SARS-CoV2 surgiría posiblemente cuando más del 70% de las personas estarían protegidas. Es decir, este supuesto dice que de los 14 millones de habitantes que viven en el AMBA (Censo 2010), se necesitaría al menos que 9.800.000 estén infectados para generar el rebaño!.
Hasta el momento se desconoce si la inmunidad de las personas una vez infectadas por el SARS-COV-2 es completa. Es decir, no sabemos aún si existe reincidencia y en consecuencia posibilidad de seguir infectando a otras personas.
De igual manera, se desconoce si la inmunidad que genera en las personas es similar. O incluso, no sabemos si se relaciona con la gravedad del cuadro que presentan las personas infectadas.
La gravedad de la pandemia de SARS-COV-2 radica en la rapidez con la que se producen los contagios. Hay una realidad y es que un gran porcentaje de personas infectadas cursan con un cuadro leve o moderado. Sin embargo, dejar la circulación de jóvenes generaría el colapso del sistema de salud, ocupando camas necesarias para personas más vulnerables.