El distanciamiento físico se convirtió en uno de los máximos desafíos de la pandemia. Su implementación es primordial para evitar exponernos a un posible contagio por COVID-19 o contagiar a otras personas. Sin embargo, el distanciamiento físico no debe entenderse como distanciamiento social.
Uno puede estar físicamente alejado de un ser querido, pero en una proximidad o intimidad social. La soledad o el aislamiento no solo tienen consecuencias en la salud mental, sino que también conllevan un posible efecto en el sistema inmune de las personas.
La soledad, mata
Una investigación presentada recientemente en el Congreso de la Academia Europea de Neurología por la doctora Janine Gronewold demuestra que hay una mortalidad en aumento de casi un 47% en las personas que se sienten aisladas o solas en relación a las que no. Esta estimación se asocia a los efectos negativos psicológicos vinculados a la soledad sobre el sistema inmunológico.
El aislamiento social se asocia con un mayor riesgo de un evento cardiovascular de más del 40%. Asimismo, se emparenta con una mortalidad por todas las causas que se acerca al 50%.
“Estos resultados son especialmente importantes en los tiempos actuales de aislamiento social durante la crisis del coronavirus”, dijo Janine Gronewold, PhD, del Hospital Universitario de Essen, Alemania.
Para este nuevo estudio, los investigadores analizaron datos de 4.139 participantes, con edades comprendidas entre los 45 y los 75 años (media de 59,1 años). Los participantes del estudio ingresaron al estudio sin enfermedad cardiovascular conocida y fueron seguidos durante una media de 13 años.
En Argentina actualmente viven más de seis millones de personas de más de 65 años, que representan el 15% de la población. En la ciudad de Buenos Aires, según el último censo realizado en 2018, son 222.550 las personas de 60 años o más que viven solas.
Por ese motivo, y en este escenario en donde los casos confirmados por COVID-19 siguen creciendo día a día, más que nunca, debemos estar atentos al distanciamiento físico y la proximidad social, para cuidarnos entre todos.