Según un estudio de la consultora McKinsey & Co, la industria de Hollywood pierde unos 10.000 millones de dólares al año en ingresos potenciales. La pérdida es por la falta de diversidad en proyectos cinematográficos y televisivos. El análisis también revela que las películas protagonizadas por uno o más actores afroamericanos tienen un presupuesto entre el 24% y el 43% más bajo que otras producciones. Asimismo, solo el 3% de los filmes que no tratan temas raciales cuentan con dos o más trabajadores afroamericanos detrás de cámaras.
Logros que no alcanzan
Según la consultora McKinsey & Co, la industria cinematográfica logró «cierto progreso con la representación en pantalla durante los últimos años». Asimismo, reconoce que «varias compañías de entretenimiento están mejorando en diversidad e inclusión». Sin embargo, advierten que «la inequidad persiste y está profundamente arraigada en todo el ecosistema del cine y la televisión».
El estudio se enmarca en una serie de informes que analiza la inclusión de la comunidad afroamericana en el mundo empresarial de EE. UU. De todos modos, la consultora subraya que los resultados serían más acentuados si incluyeran a latinos, nativos estadounidenses y personas LGTBQ.
Desigualdad como negocio
Según McKinsey, corregir la desigualdad en la industria audiovisual atraería a nuevas audiencias que supondrían ingresos de unos 10.000 millones de dólares.
Para lograrlo, la consultora cita una lista de problemas, como que las películas con protagonistas afroamericanos tienen presupuestos más bajos: El 24 por ciento si hay un protagonista de color y el 43 por ciento si también lo son el director, productor o guionista.
En ese último caso la inversión en publicidad y promoción cae un 13 por ciento.
Además, solo el 3 por ciento de filmes cuyo argumento no tiene que ver con la raza cuenta con directivos afroamericanos, mientras que sube al 6 por ciento si sus personajes están condicionados por su apariencia.
El informe destaca que estas cifras están lejos de representar a la población estadounidense donde casi el 40 por ciento de la población pertenece a una minoría racial y el 13 por ciento de los habitantes son afroamericanos.
Asimismo, es complicado para un director afroamericano trabajar en una película de Hollywood si no cuenta con productores afrodescendientes: Solo el 3 por ciento lo consigue.