«Las Madres del Dolor muestran un camino exitoso de búsqueda de reparación y justicia», dice el sociólogo y defensor de los derechos humanos con trayectoria internacional. «Latinoamérica es la región más desigual del planeta».
Por Lucio Casarini
«Me acuerdo de lo que decía Margareth Mead, antropóloga norteamericana: nunca duden de que un grupo pequeño de personas organizadas y con determinación puede transformar el mundo; de hecho, siempre ha sido así».
Matías Garrido, porteño, sociólogo y defensor de los derechos humanos, está instalado en Uruguay, país que eligió como centro de operaciones para su trabajo como consultor y formador en Latinoamérica, y para la difusión de su proyecto Derechosilustrados.com.
Viene de transcurrir varios años en su Buenos Aires querido mientras se desempeñaba como director de Políticas contra la Violencia Institucional del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Antes había vivido un primer período del otro lado del Río de la Plata en el rol de director de Campañas y Activismo de Amnistía Internacional Uruguay.
Previamente pasó una década en España, donde hizo de todo. Podría destacarse su trabajo en la sección local de Amnistía Internacional, en distintas áreas: Relaciones Institucionales y Política Exterior; Defensores, Víctimas y Países; y Equipo de Formación.
En paralelo, fue secretario general de la Asociación Casa Argentina de Madrid, entidad defensora de los derechos del migrante, y obtuvo un diploma de estudios avanzados en la Universidad Complutense de la capital española, dentro del doctorado en Ciencias Políticas, con foco en Estudios Iberoamericanos.
En nombre de los migrantes argentinos dio testimonio en la sede de las Naciones Unidas, en la ciudad de Ginebra, acompañado por representantes de otras organizaciones civiles y humanitarias.
«Va de la mano»
«Me identifico con los roles de sociólogo y activista, que es el camino para un pleno ejercicio de la profesión; estudiarla, formarse continuamente, y tratar de tener intervención y ejercicio cotidiano en la práctica, la comunidad, la coyuntura».
«Hice la carrera en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA; recuerdo a un querido profesor, Lucas Rubinich, que decía que un sociólogo es quien hace sociología».
«Esta frase, aparentemente muy simple, para mí encierra algo muy interesante: la idea de que la sociología no es solamente una formación teórica o una carrera académica, también es un ejercicio; la formación va de la mano con la acción, la teoría con la práctica; sin práctica la teoría carece de sentido, abono esa idea».
«Me gusta pensar que soy un sociólogo que no solo está formado, sino que además interviene en la realidad, pretende transformarla para bien».
«Altas esferas del poder»
«Una experiencia profesional muy interesante para mí fue asistir a las diferentes instancias del juicio por el crimen de Paulina Lebbos en Tucumán; se trabajó muchísimo acompañando a la familia; en particular al padre, Alberto Lebbos, un referente de la lucha contra la impunidad en Tucumán y en la Argentina».
«El caso Lebbos tiene similitudes con el de María Soledad Morales en Catamarca; el homicidio de Paulina ocurrió en Tucumán; tuvo repercusión nacional porque están involucradas autoridades, funcionarios del gobierno de [José] Alperovich, en el encubrimiento fundamentalmente y en la pésima investigación».
«Se propiciaron encuentros de la familia Lebbos con el secretario de Derechos Humanos de la Nación, el ministro de Justicia, la ministra de Seguridad y otros familiares de víctimas que acompañaron la lucha por el esclarecimiento».
«Se digitalizó la causa, trabajo realizado por gente del Archivo Nacional de la Memoria que viajó a Tucumán, para que es información se conservara y los equipos de abogados pudieran acceder de forma virtual; había información sensible que involucraba altas esferas del poder de Tucumán».
«El veredicto fue la condena de varias figuras de la policía y la seguridad de Tucumán por encubrimiento e irregularidades en la investigación».
«Un montón de preguntas»
«Para responder por qué me hice sociólogo tengo que retrotraerme a mi infancia; desde chico me sentí muy conmovido por los asuntos sociales, sea a nivel global o local; por las cuestiones del barrio, de la comunidad, del país; siempre tuve interés por el orden o el desorden de las cosas y por la naturalización de algunas prácticas que me hacían mucho ruido».
«Un hecho concreto, determinante, un punto de inflexión que hizo que elija la carrera de sociología es un viaje que realicé cuando tenía 19 años desde la terminal de colectivos de Retiro hasta la isla Margarita, en Venezuela».
«Fue por tierra y agua, por el Pacífico y el Mar Caribe; lo único que tenía era un boleto de ómnibus de Buenos Aires a Mendoza; luego atravesé Chile, Perú, Bolivia, de vuelta Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela».
«Ese recorrido por Sudamérica, su diversidad, sus colores, su desigualdad, me invitó a hacerme un montón de preguntas y entendí que la sociología podía ser parte de las herramientas para responderlas».
«Este es el motivo que definió que decidiera ser sociólogo; después hice otros viajes, desde ahí no paré; a los 21, dos años más tarde, hice algo similar; en un período de tres meses fui desde Panamá a México, también por tierra».
«Como muchos argentinos, soy descendiente de los barcos, en mi caso provenientes de Turquía —Smirna—, Polonia —Lodz—, España y Francia».
«Una parte de la familia se radicó en el campo, para trabajar la tierra; otra en la ciudad, en los conventillos, en labores no calificadas inicialmente».
«Con el tiempo, en épocas de gran movilidad social ascendente, fueron progresando y accediendo a más posibilidades, entre ellas la educación, que los que habían llegado como inmigrantes no tenían, no habían podido desarrollar».
«Hacia América Latina»
«Actualmente me dedico a la consultoría, desafío que siempre quise emprender, y creé la publicación Derechosilustrados.com, una Declaración Universal de los Derechos Humanos embellecida por 30 artistas de 30 países de América».
«Doy capacitaciones y formación para funcionarios públicos de todo el continente, para universidades y para organizaciones de la sociedad civil; en el presente contexto [la pandemia de Coronavirus] de forma virtual; fundamentalmente orientado hacia América Latina».
«Estoy casado hace diez años con Analía; ella es Sivak Oyhanarte [hija de Osvaldo Sivak, el famoso empresario víctima fatal de secuestradores extorsivos], es escritora, tenemos dos hijos, Milton y Lenny, que tienen ocho y cuatro años; actualmente vivimos y trabajamos en Uruguay, donde nos radicamos en diciembre».
«Analía es comunicadora social por la UBA; tiene un máster de creación literaria en España; tiene formación como escritora y periodista, con todo tipo de cursos, con escritores de Argentina y otras partes del mundo; ha publicado en Argentina, en España, en Uruguay, los países donde vivimos; escribe para diversos medios».
«Acá en Uruguay ella está dando cursos de literatura, talleres literarios, mientras lee constante y vorazmente, y trabaja en sus novelas y cuentos, que son su especialidad».
«En carne propia»
«Cada artista que participó en el proyecto Derechos Ilustrados tienen una historia; algunos han nacido en el exilio, durante las dictaduras latinoamericanas; incluso han sufrido en carne propia la cárcel, maltratos, amenazas, todo tipo de violaciones a los derechos humanos; aunque no es el caso de todos; hay una diversidad de procedencias y de historias de vida que enriquece el proyecto».
«Invito al público a establecer el diálogo con ellos; en cada obra aparecen los enlaces de Facebook, Twitter, Instagram y diferentes formas de comunicarse con los artistas; para conocer su historia y cómo desarrollaron esa creación y qué quisieron transmitir».
«En esa diversidad y en la idea del arte como vehículo de acción política se encierra otra de las claves».
«El libro está disponible para descarga gratuita; se puede usar como recurso pedagógico; para trabajar con personas de distintas edades y niveles de instrucción y de diferentes maneras, como debatir o reflexionar sobre los derechos humanos en nuestras comunidades; se puede imprimir alguna de las ilustraciones, se puede disponer de todo lo que encierra la obra para promover y defender estos temas tan sustanciales».
«Llevar el mensaje»
«La idea de los Derechos Ilustrados es integrar una región, el continente americano; como el texto de la Declaración Universal tiene 30 artículos, decidimos conseguir ilustradores de 30 países y a través de ellos presentar diferentes técnicas y modalidades».
«El objetivo final es transmitir a la mayor cantidad de gente posible el espíritu, el contenido, de la Declaración Universal, que es un mensaje humano y necesario en estos momentos, en los que en todo el mundo se están vulnerando los derechos fundamentales; no hay país que escape a esta situación».
«Los apoyos fueron inmediatos; esas 30 personas colaboraron desinteresadamente; hicimos contacto mediante diferentes enlaces con cada uno de los ilustradores, a través de universidades, investigadores, activistas, funcionarios; con llamados, mails; a través de distintas convocatorias».
«Conseguimos las ilustraciones en una calidad determinada, en eso se esmeró muchísimo Julián Canepa, que trabajó en el diseño, la colocación de cada una de esas imágenes en un formato web y en un formato de papel».
«Sumando voluntades»
«Me reconozco como sociólogo especializado en derechos humanos, con énfasis en América Latina; es con lo que me siento más identificado».
«Además del vínculo entre teoría y acción, destaco que el activismo necesita las prácticas colectivas; se necesita por ejemplo de víctimas, familiares de víctimas y personas que a pesar de no ser víctimas están comprometidas con la promoción y la protección de los derechos fundamentales».
«No es una acción individual; todo lo contrario, es un proceso colectivo que a través del tiempo va sumando voluntades, va sumando compromisos y necesita de otras personas para ser posible; nunca es un proceso individual, a pesar de que está desarrollado por muchas individualidades».
«Todos se brindaron»
«Derechos Ilustrados, algo que surgió como un proyecto personal o profesional, necesariamente se convirtió en colectivo, porque involucró la participación de 30 artistas y otro montón de personas que no están nombradas en la publicación, pero la hicieron posible a traves de los enlaces, los contactos, la contribución a partir de su trabajo, de su arte».
«Llegamos a cada artista para que se involucre en esta idea a través de diferentes contactos, como un profesor universitario que había hecho una experiencia académica en un determinado país o un ilustrador que conocía a un colega de otro territorio».
«Es un proyecto colaborativo; todos se brindaron con su arte para lograr esta obra, que se está presentando en cada uno de los países donde hay un ilustrador participante; ya se hizo en Chile, Guatemala, Honduras y Puerto Rico; en el último país, en el marco del Festival de Cine y Derechos Humanos de Vieques».
«En Chile fue a través de la Universidad de Valparaíso; en otros lugares fue a través de organizaciones de la sociedad civil; también en instituciones públicas; en Guatemala por ejemplo bajo el paraguas de la Procuraduría de Derechos Humanos; por otra parte, se puede repetir en un país las veces que sea necesario».
«Presencia permanente»
«Quiero agregar, respecto del rol de sociólogo, la idea de territorialidad o presencialidad; me refiero a estar presente en los espacios de recordación, de homenaje, en las marchas cuando se exige justicia o cambios legislativos».
«Y, por supuesto, es fundamental estar en el desarrollo de los procesos judiciales para que los responsables de violaciones de derechos fundamentales rindan cuenta ante la justicia».
«La presencia debe ser permanente, constante, acompañando a las víctimas en su pedido de justicia y en su lucha contra la impunidad; me parece clave la asistencia, el acompañamiento y la contención de las víctimas y sus familiares».
«Debe ser también en los espacios digitales, a través de las redes sociales; mención especial a las nuevas tecnologías para tener mayor incidencia política, mayor visibilidad; en definitiva, para que nuestro trabajo sea más efectivo».
«Otra cuestión a destacar es la formación, uno tiene que dotarse de más y mejores herramientas para hacer mejor su trabajo de forma continua».
«Sentido comunitario»
«A partir del proyecto Derechos Ilustrados, como recurso educativo que desintegra la rudeza de la textualidad, la lleva al plano de la representación, el dibujo, se puede debatir sobre los derechos humanos de nuestra región».
«En estos momentos, muchas de las acciones y políticas que han llevado adelante los Gobiernos no han sido respetuosas de los derechos humanos».
«El arte tiene un sentido comunitario y además es un vehículo para la acción política; de alguna manera, esta obra es un aporte al conjunto de iniciativas de la sociedad civil, de los referentes, defensoras y defensores de derechos humanos, de todos aquellos que tienen algún papel en su promoción y protección».
«La idea es salir de la rigurosidad de la norma, de la textualidad, que los que trabajamos en estos temas a veces obviamos o damos por sentado; hay personas que no disponen de los recursos para acceder a la justicia tal como establece la norma, lo que dicen o establecen los diferentes tratados, menciones, reglas y principios de órganos nacionales e internacionales».
«Hay que empoderar a los titulares de derechos para que reclamen su ejercicio y garantizar que los titulares de deberes conozcan sus obligaciones en la materia».
«Pidamos lo imposible»
«Tenemos cantidad de ejemplos en los que las expresiones artísticas tienen un papel central en la transformación social; Eduardo Galeano dice: somos lo que hacemos para para cambiar lo que somos».
«Creo en el arte, en todas esas expresiones de transformación social que quedan plasmadas en murales, objetos o, como en este caso, en ilustraciones que transmiten lo que las palabras no pueden».
«El arte y los artistas no solo acompañan un proceso emancipativo, sino que ocupan un lugar central y hacen un registro de esa transformación social».
«En estos momentos de gran convulsión que estamos atravesando, tienen el impulso de querer cambiar una realidad absolutamente injusta, más en nuestro continente, que es la región más desigual del planeta».
«El arte tiene un lugar central en la acción política; por ejemplo, en el Mayo Francés, con grafitis que decían: seamos realistas, pidamos lo imposible; o en las revoluciones de la Primavera Árabe o movimientos sociales importantes como los indignados en España o los estallidos sociales de Argentina en 2001 o recientemente los de Chile».
«Un lugar mejor»
«Las Madres del Dolor, por ejemplo, muestran un camino exitoso en materia de búsqueda de verdad, reparación, justicia, sensibilización».
«Ese rol, desde el punto de vista de la promoción y la protección de los derechos de las personas, por parte de las víctimas y sus familiares, es fundamental y es un aporte muy positivo para hacer de la comunidad humana un lugar mejor».
«Elsa Gómez, una de las Madres del Dolor, brindó testimonio en el Archivo Nacional de la Memoria; se la filmó, se la entrevistó durante cerca de dos horas; pudo contar con detalle cómo vivió el caso; cómo ocurrió el asesinato de su hijo, Daniel Sosa; cómo fue la búsqueda de justicia; las adversidades con las que se encontró; el rol de los medios de comunicación en el caso; etcétera».
«Fue un trabajo conjunto de la Dirección Nacional de Políticas contra la Violencia Institucional y el Archivo Nacional de la Memoria; se llamó Memorias de la Violencia Institucional».
«El testimonio de Elsa está disponible en formato audiovisual en el acervo documental del Archivo, también los de Silvia Irigaray, Gladys Cabezas, Gustavo Melmann, Raquel Witis, Dolores Demonty, Eugenia Vázquez, Rosa Bru».
«Están accesibles para investigadores o interesados en conocer en profundidad cómo se manifiesta la violencia institucional; cada vez son más los recursos para conocer cómo se organizan las personas en la búsqueda de verdad y justicia».
«Un documental cinematográfico de reciente aparición que recomiendo es El silencio de los otros (España, 2018); está en Netflix; cuenta historias de familiares de víctimas del franquismo que luchan contra la impunidad y buscan justicia».
«Tiene que ver con con Argentina, porque allí cursa una querella en virtud del principio de jurisdicción universal para delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos en España durante la Guerra Civil y la dictadura franquista».
«Transformar la realidad»
«El lugar o el rol de las víctimas en la comunidad humana es producto de una injusticia, nadie desea estar en ese sitio, nadie elige ser una víctima, es un rol impuesto».
«Estoy hablando de todo tipo de víctima: víctima de abuso sexual, víctima de violencia institucional, víctima de hechos viales».
«Creo que las víctimas tienen un papel fundamental; pueden transformar la realidad de forma positiva; porque en base a su dolor, en base al sufrimiento vivido, en base a esa experiencia trágica y la resilencia se convierten en actores sociales de cambio».
«Por ejemplo, a nivel legislativo y a nivel de la conciencia social, para que esos hechos no se repitan, para que esos hechos se eviten y para que además los responsables, los victimarios, rindan cuenta ante la justicia; los familiares son voces autorizadas».
«Lazo de compromiso»
«Mucho se ha logrado en el camino de la defensa y promoción de los derechos humanos», dice el prólogo de Derechosilustrados.com, firmado por Matías. «Y mucho queda por hacer. Creo en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su contenido y en su legado.»
«Comencé este proyecto con la intención de transmitir el espíritu de la declaración de una forma creativa y hacerlo llegar a la mayor cantidad de gente posible».
«En un momento donde los vínculos resultan difíciles [por la pandemia de Coronavirus] , un lazo de compromiso recorrió el continente americano y permitió la construcción del proyecto».
«El resultado es esta Declaración Ilustrada por 30 artistas de 30 países para 30 artículos. La diversidad y voluntad de los participantes quedó reflejada en esta gran obra que sale a la luz para seguir transformando en realidad el respeto por los derechos fundamentales.»