Aumentó 81,6% contra un nivel de inflación que rondará el 96%.
La recaudación de IVA en 2022 tuvo un crecimiento 17 puntos por debajo de la inflación, lo cual refleja la caída en el nivel de actividad y consumo que se produjo especialmente en la segunda parte del año.
Según el Ministerio de Economía este tributo aportó el año pasado $ 5,8 billones de pesos, que representa una mejora de 79,8% con relación a 2021.
Pero cuando se compara con la inflación, que se proyecta entre 98/99% según estudios privados, queda al descubierto que la economía facturó bienes y servicios que estuvieron muy por debajo de la evolución de los precios.
Este escenario es consecuencia del menor ritmo de actividad económica que venían adelantando diferentes estudios sectoriales, e incluso datos oficiales del INDEC.
El IVA es el gravamen de mayor peso dentro de la estructura tributaria nacional y durante el año que terminó generó el 29% del total de ingresos fiscales. La misma proporción se había producido en 2021.
El IVA impositivo –aquel que paga el consumidor final en todas las transacciones- totalizó $ 3,7 billones, con una mejora interanual de 79,8%. En tanto, el IVA aduanero –por gravámenes al comercio exterior- sumó $ 2,2 billones, un 75,3% más que un año atrás.
Por una serie de normativas, existe lo que se conoce como “devoluciones” de IVA, que durante el año pasado no tuvieron la misma evolución que el pago del impuesto y por eso el resultad final no fue peor. Las “devoluciones” fueron apenas un 50% superior a las de 2021$ 93.710 millones.
La caída de la actividad económica también se reflejó en la recaudación del impuesto al cheque que tuvo una mejora interanual de 79% -$ 1,3 billón- , o sea casi unos 20 puntos menos que la inflación.
El deterioro de la actividad económica se produjo en paralelo con la escalada inflacionaria del segundo semestre del año. De allí que el Palacio de Hacienda intentó reactivar el consumo con algunos planes sectoriales, pero específicamente avanzó con el programa “Precios Justos” para frenar la inercia inflacionaria y lograr una recuperación en el poder adquisitivo de los salarios.