
Sin embargo, Estados Unidos aumentó al 125% los aranceles para China, lo que profundiza el temor por una guerra comercial.
En un nuevo giro de la política comercial estadounidense, el presidente Donald Trump anunció este miércoles una medida de doble filo: mientras impone un arancel del 125% a las importaciones provenientes de China, concedió una pausa de 90 días en los gravámenes para más de 75 países, estableciendo un arancel base del 10%.
La decisión fue comunicada a través de Truth Social, la red social que utiliza habitualmente el mandatario para emitir declaraciones oficiales. En el mensaje, Trump explicó que el endurecimiento contra China responde a «la falta de respeto que ha mostrado hacia los mercados mundiales», y aclaró que la medida ya entró en vigor.
«Por la presente aumento el arancel que Estados Unidos le impone a China al 125%, con efecto inmediato», escribió Trump, marcando un aumento drástico en las tensiones comerciales entre las dos potencias.
Por otro lado, el presidente se mostró abierto al diálogo con otras naciones. Indicó que más de 75 países, incluidos México y Canadá, han mantenido conversaciones con representantes estadounidenses para negociar cuestiones como barreras comerciales, manipulación de divisas y aranceles no monetarios. En virtud de esas gestiones, el mandatario autorizó una «pausa» temporal de 90 días en los aranceles, con una reducción sustancial de los mismos.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó que esta medida alcanzará a países aliados y socios comerciales estratégicos, incluyendo México y Canadá, y que durante estos 90 días se mantendrá una política arancelaria más flexible.