En ocasión del Día Internacional de la Mujer, el debate por la igualdad de género trasciende el estado de situación de las mujeres y sus derechos ante los hombres, para desembarcar en un escenario de propuestas para lograr la paridad de género, especialmente en el mundo del trabajo.
En este sentido, Georgina Sticco y Carolina Villanueva, socias fundadoras de la consultora Grow destacaron la necesidad de plantear dicho debate a la hora de repartir las responsabilidades del hombre y la mujer, por fuera del ámbito laboral, lugar que, como en el caso de las tareas domésticas, resta tiempo (y oportunidades) a ellas en relación a los varones.
“Estamos viviendo un momento histórico. El año pasado se instaló en la agenda internacional la necesidad de calcular el aporte a la economía del trabajo doméstico no remunerado, tareas cuya responsabilidad recae aún en las mujeres», remarcaron.
Trabajo doméstico en número
Según datos que aporta Grow, «en nuestro país casi todas las mujeres (89 por ciento) dice realizar tareas de cuidado, mientras que los el 58% de los varones declara hacer este tipo de tareas. Además, las mujeres dedican más del doble de tiempo por día que sus pares varones (6 horas contra 3)».
Además, Grow aporta datos reveladores sobre la desigualdad entre hombres y mujeres, por fuera de la cuestión laboral:
- Si se contabilizara el trabajo doméstico, aportaría un 7% al PBI argentino.
- La población económicamente activa presenta gran disparidad: el 64% de los varones está empleado versus el 42% de las mujeres.
- El 40% de las mujeres que trabajó nunca realizó aportes al sistema previsional, mientras que esto le sucedió al 24% de los varones. Esto implica que no va a poder recibir una jubilación en el futuro.
- El 60% de las empresas no cuenta con mujeres en cargos ejecutivos, y solo el 7% de las empresas tienen mujeres en dichos puestos.
Aportes para la igualdad de género, más allá del trabajo
Las socias de Grow, apuntan que la brecha salarial tiene que, especialmente, con «un problema cultural y de decisión política». Apuntan que son fundamentales «las campañas sociales y las políticas públicas (o empresariales) que promueven una distribución equitativa de roles ayuda a la sociedad a reflexionar sobre sus usos y costumbres.”
En ese sentido, sugieren la recomendación de fomentar «el rol del varón como cuidador, uno de los principales ejes para que la mujer se mueva de su lugar exclusivo de cuidado, como (así también) deslegitimizar cualquier tipo de maltrato como forma de relacionarse».
Sobre las tareas de cuidado, Grow asegura que «es necesario que el varón tome otras responsabilidades dentro del hogar y que el Estado ofrezca servicios de cuidado adecuados para toda la población así como licencias que acompañen estos roles. Las licencias de paternidad (solo para el padre) o parentales (para el padre y la madre) no solo distribuyen de mejor manera las condiciones de cuidado de las mujeres y los varones, sino que los posiciona de manera igualitaria frente a un empleador. Los países que han tomado la iniciativa en este campo – Islandia, Noruega, Suecia y Finlandia- tienen las tasas más altas de participación de la mujer en el mercado de trabajo».
Algunas recomendaciones finales de Grow para fomentar la igualdad dentro de las empresas:
- Las empresas deben asegurar que sus ambientes laborales sean respetuosos para todos y todas, implementando códigos de conductas, y protocolos contra el acoso.
- Revisar los procesos de búsqueda, contratación, y evaluación de los empleados para que sean neutrales en términos de género ayuda a eliminar sesgos instalados. Pensar en equipos diversos e inclusivos puede abrir puertas a que las organizaciones tengan otras discusiones y generen otros procesos.