En primer lugar, el Santo Padre habló del «principio de la solidaridad» y explicó que «las personas más vulnerables a la degradación del medio ambiente son los pobres, los que sufren las consecuencias más graves». «Solidaridad significa entonces implementar herramientas eficaces, capaces de unirse a la lucha contra la degradación ambiental con la pobreza», añadió.
El Papa habló del «principio de la solidaridad» y explicó que «las personas más vulnerables a la degradación del medio ambiente son los pobres, los que sufren las consecuencias más graves».
Francisco mencionó su encíclica medioambiental ‘Laudato Si’ para referirse al «principio de justicia» especialmente «entre el Norte y el Sur, conectado a los desequilibrios comerciales con consecuencias en el contexto de la ecología, así como el uso desproporcionado de los recursos naturales históricamente realizados por algunos países».
«Estos últimos están llamados a contribuir a la solución de esta deuda por dar un buen ejemplo, tan importante en la limitación del consumo de energía no renovable, proporcionando recursos a los países en necesidad de promover políticas y programas para el desarrollo sostenible, la adopción de sistemas de gestión adecuada de los bosques, transporte, residuos, abordar seriamente el grave problema de los residuos de alimentos, favoreciendo un modelo circular de la economía, fomentar nuevas actitudes y estilos de vida», pidió.
«De hecho vivimos en una época muy interesante: por un lado, la ciencia y la tecnología ponen en nuestras manos un poder sin precedentes; por el otro, el uso apropiado de este poder requiere la adopción de una forma más integral e integradora»
Además, Jorge Bergoglio habló del «principio de participación» que requiere «la participación de todos los interesados, incluso aquellos que a menudo permanecen al margen de la toma de decisiones». «De hecho vivimos en una época muy interesante: por un lado, la ciencia y la tecnología ponen en nuestras manos un poder sin precedentes; por el otro, el uso apropiado de este poder requiere la adopción de una forma más integral e integradora», afirmó. Por último, el papa argentino aseguró que «para ello, debe abrirse la puerta a un diálogo, un diálogo inspirado por esa visión enraizada en la ecología integral, que es el tema de la encíclica. Esto es obviamente un gran reto cultural, espiritual y educativo. La solidaridad, la justicia y la participación por el respeto de nuestra dignidad y respeto por la creación».
fuente: La Voz