El partido amarillo volvió a congregar a sus principales figuras de cara a la definición por las precandidaturas en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
En medio de fuertes internas y preocupados por el crecimiento de Javier Milei, los principales referentes del PRO se juntaron nuevamente este lunes a la tarde, en el barrio de Palermo. Fue el tercer encuentro en poco más de una semana, con la presencia del póker de mayor peso en el partido: Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal.
La reunión duró cerca de dos horas (de 17 a 19) y Federico Angelini (titular del PRO, tras la licencia de Bullrich) y Cristian Ritondo hicieron de voceros. “No hay dudas de la unidad del PRO y de Juntos por el Cambio. Y estamos a favor de ampliarnos”, señaló Angelini, precandidato a vicegobernador en Santa Fe.
Fue cuando lo consultaron por la incorporación de José Luis Espert, uno de los puntos que estaba en la agenda. El tema, quedó claro, no está cerrado. Incluso hubo cierta incomodidad por comentarios del diputado de Avanza Libertad en contra de Macri. “Si hizo comentarios tendrá que aclararlos él”, completó Angelini.
Larreta, Gerardo Morales (UCR) y Elisa Carrió (Coalición Cívica) ya se mostraron a favor de sumar al economista. Hay dudas aún en Macri y Bullrich. Sobre todo por la eventual candidatura del nuevo aliado. ¿Se postularía para presidente como impulsa el jefe de gobierno porteño para restarle votos a la ex ministra y a Milei? ¿O a gobernador, como se había lanzado originalmente el referente libertario?
Los voceros del encuentro también aseguraron que “se trabaja para que el PRO gane la Ciudad”. Lo que parecería una obviedad no lo es en la fuerza que fundó Macri. Y allí los cañones apuntan otra vez a Larreta, por su alianza con el radical Martín Lousteau, lanzado para sucederlo en el distrito porteño.
Poco después de las 19, apenas finalizada la reunión, desde el Gobierno porteño se prestaban a difundir fotos de apoyo a Fernán Quirós como candidato en la Ciudad. Es el postulante que apoyan el alcalde y el grueso del Gabinete. Pero no es el que respalda Macri, que ya jugó las fichas a favor de su primo Jorge, también ministro en CABA pero hoy aislado en la sede de Uspallata.
“Queremos bajar tensiones y el ejercicio de juntarnos lo va a lograr. Y obvio trabajar para ver donde mas lugares podamos ponernos de acuerdo”, afirmó Angelini ante la consulta de Clarín. “Fue una excelente reunión”, remarcó en esa línea.
Pese a la coincidencia casi unánime sobre el perjuicio de exponer las diferencias en público, sigue muy lejos el acuerdo sobre cómo dirimir candidaturas en los principales distritos, básicamente la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Macri reclamó que las discrepancias se discutan en privado. Sobre todo que no aparezcan propuestas disímiles sobre temas estructurales, como la necesidad de una reforma laboral. Allí, quedó un enojo particular contra Larreta por la convocatoria unilateral a elecciones concurrentes en la Ciudad.
“Puede haber diferencias políticas sobre cómo llevar a cabo una reforma, pero no en qué reforma hay que hacer”, ejemplificó uno de los asistentes.
Más allá de esta premisa, no parece haber muchos avances respecto a otros temas concretos. Uno es la Ciudad. Si bien se acordó la obviedad de “trabajar para que gane el PRO” (la reunión era del PRO), ni siquiera está claro que vaya a haber un candidato único, como se habían comprometido públicamente Macri y Larreta.
“Es la idea, pero no hay acuerdo ni mucho menos”, completó una fuente a este diario. Esto parece un retroceso respecto a semanas atrás, cuando el tema del candidato único no parecía en discusión.
Tampoco hay acuerdo respecto a la candidatura a gobernador. Larreta quiere que cada postulante a presidente lleve su oferta para la Provincia. Bullrich no. Simple: el precandidato del jefe de Gobierno, Diego Santilli, mide mejor.
“Sí se avanzó al menos en no presentar más de un candidato a intendente en los municipios que ya gobernamos o dónde hay claramente un mejor postulante”, amplió un dirigente.
En medio del clima de fricción interna, para colmo, la foto que Larreta compartió con Gerardo Morales durante los festejos por las elecciones del domingo en Jujuy, como reveló este medio, terminó de sellar el “espacio racional” -como describió el presidente de la UCR- dentro de Juntos por el Cambio y causó malestar en el eje “halcón” que representan Macri y Bullrich, aliados a radicales disidentes.
Ahora, la “mesa de diálogo permanente” del PRO acentuará el ritmo de sus reuniones. Está en juego un acuerdo que pacifique la interna y evite el drenaje de votos hacia Milei. En el fondo, la dirigencia opositora necesita superar las tensiones porque está en riesgo nada menos que su regreso al poder.