El exministro de Desarrollo Social bonaerense, lamentó la falta de políticas que agilicen la relación entre políticas públicas y entidades civiles, aunque vaticinó que el tema terminará intalandose por «la demanda social» sobre el tema.
En tiempo de elecciones, la Argentina vive un amplio debate sobre el país que viene, con nuevo gobierno. Sin embargo, la cuestión social aparece desplazada de las prioridades de debate.
En diálogo con el programa Ventana Abierta de FM Milenium, el exviceministro de Desarrollo Social de la Nación y exministro del área en la provincia de Buenos Aires remarcó que «el único que tiene la escala para llegar al todo el país es el Estado» mediante políticas sociales. Sin embargo, aclaró que es fundamental convocar al sector social y privado para llegar las principales demandas de la sociedad que el Estado no alcanza a reconocer.
«Es fundamental convocar al sector social y privado para llegar las principales demandas de la sociedad que el Estado no alcanza a reconocer.
Para el ex funcionario y actual asesor en temas sociales del Frente Renovador «como modelo ideal, el Estado debe convocar al sector privado. Esto en la Argentina se da poco: hay tensiones y desconfianza. El Estado debe convocar al diseño y ejecución de planes sociales».
«El Estado debe convocar al sector privado. Esto en la Argentina se da poco: hay tensiones y desconfianza. El Estado debe convocar al diseño y ejecución de planes sociales».
Sin embargo, afirmó que «la política mira poco los problemas sociales. Mira los problemas de seguridad y por suerte los problemas educactivos, pero no mira mucho la interacción entre el Estado y las organizaciones civiles. Falta cooperación».
Pese a este panorama, Daniel Arroyo considera que no todo está perdido. El especialista en temas de desarrollo social consideró que «hay una demanda social muy fuerte. Hay 80.000 organizaciones sociales haciendo su trabajo» por lo que vaticinó que dicha presión, hará que «los próximos gobierno convoquen a hablar de estos temas».
«La política mira poco los problemas sociales. Mira los problemas de seguridad y por suerte los problemas educactivos, pero no mira mucho la interacción entre el Estado y las organizaciones civiles».
De todos modos, Arroyo aclaró que la confluencia Estado-organizaciones sociales debe ser equilibrado: «El problema de estos años es que el Estado quiso crear sociedad civil. El Estado debe evitar la lógica fundacional».