La vivienda fue desarrollada por José Vaquero en Madrid, España. No necesita de agua ni de luz de red y obtiene energía de fuentes renovables, mediante sistemas de energía fotovoltaica, solartérmica y geotérmica.
Un sueño hecho realidad. Y se logró en España. José Vaquero logró construir una casa que no depende de las compañías eléctricas porque es autosuficiente, sin facturas de agua ni luz.
Según el sitio Eco Portal, la vivienda fue bautizada como Casa Martina y construida 40 kilómetros de Madrid. Se trata de una de las llamadas casas pasivas, lo que significa que tienen un mínimo consumo energético o goza de total independencia energética.
“España es el único país del mundo que penaliza la energía solar, si quieres consumir la energía de tus propios paneles solares debes pagarle a las compañías eléctricas una tasa, una penalización».
El mentor de esta fabulosa iniciativa dedicó años de trabajo, con algunas conclusiones sorprendentes: “España es el único país del mundo que penaliza la energía solar, si quieres consumir la energía de tus propios paneles solares debes pagarle a las compañías eléctricas una tasa, una penalización. Es como plantar un huerto y tener que pagarle al supermercado por consumir tus propios tomates”. Se lamenta el constructor y autor del proyecto para la empresa Alternativa Energética.
Casa Martina, en marcha
La casa obtiene la energía de fuentes renovables, tiene sistemas de energía fotovoltaica, solartérmica y geotérmica. A la par de sus fuentes de energía, están el aislamiento perfecto y una orientación estudiada al milímetro. «Teniendo en cuenta las sinergias del entorno donde se ubica la casa, se puede aprovechar al máximo la energía de la propia naturaleza», señala Eco Portal.
La casa obtiene la energía de fuentes renovables, tiene sistemas de energía fotovoltaica, solartérmica y geotérmica. A la par de sus fuentes de energía, están el aislamiento perfecto y una orientación estudiada al milímetro.
«A Casa Martina no le hace falta abrir las ventanas para ventilar, el aire circula y se renueva en su interior gracias a un pozo canadiense: una instalación que hace pasar el aire del exterior por debajo de la tierra para hacer que entre al interior de la casa a la misma temperatura que hay. A su vez, permite que salga el aire renovándolo sin perder energía. De este modo la casa está fresca en verano y cálida en invierno», remarca el artículo.
«A Casa Martina no le hace falta abrir las ventanas para ventilar, el aire circula y se renueva en su interior gracias a un pozo canadiense».
Una red de recogida y tratamiento de aguas pluviales y grises abastece dos depósitos, que permiten aprovechar el agua para llenar las cisternas de los inodoros y regar las zonas verdes y un pequeño invernadero que tiene la vivienda.
Cuando la renovación del aire del pozo canadiense no es suficiente para aclimatar la vivienda, Casa Martina toma la energía de la instalación solar térmica y de una bomba de calor geotérmica, logrando una temperatura confortable todo el año. La combinación de todos estos sistemas y acciones para ahorrar energía, hacen que Casa Martina sea un ejemplo a seguir.
Sin dar cifras concretas del costo para construir la innovadora casa, el arquitecto José Vaquero advirtió que «hay que valorar la hipoteca energética, que es lo que mucha gente no ve, lo que te ahorras en pagar energía a las compañías durante todos los años que vivas en una casa pasiva. La inversión se suele amortizar en 8 o 10 años”.