Según la Organización Meteorológica Mundial, «se alcanzará el importante umbral simbólico de 1°C por encima de los niveles preindustriales, lo que obedece a la combinación de un intenso episodio de El Niño con el calentamiento de la Tierra provocado por la actividad humana».
El año 2015 será el más caluroso de la historia, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Además, el organismo indicó que «se alcanzará el importante umbral simbólico de 1°C por encima de los niveles preindustriales, lo que obedece a la combinación de un intenso episodio de El Niño con el calentamiento de la Tierra provocado por la actividad humana».
Además, el organismo internacional determinó que los años que van de 2011 a 2015 son el quinquenio más cálido entre los que se tengan registros, con numerosos episodios meteorológicos extremos -especialmente olas de calor- por influencia del cambio climático.
El informe internacional también destaca el aumento y la intensidad de las precipitaciones y menciona el caso de las registradas en agosto pasado en la provincia de Buenos Aires.
«Las emisiones de gases de efecto invernadero, que están provocando el cambio climático, pueden controlarse. Tenemos los conocimientos y las herramientas para actuar. Nosotros podemos elegir. Las generaciones futuras no tendrán esa opción», se lee en el reporte.
«Estamos experimentando un intenso episodio de El Niño, cuya potencia va en aumento. Su influencia se deja ver en las condiciones meteorológicas de muchas zonas del mundo y ha provocado un mes de octubre excepcionalmente cálido. Se prevé que el impacto de calentamiento general de este episodio de El Niño continúe hasta bien entrado 2016», dijo Jarraud.
El impacto en la Argentina
Precisamente respecto de las temperaturas regionales vuelve a aparecer nuestro país en el informe: «Tras un período de enero a septiembre cálido, en la Argentina se experimentó el octubre más frío del que se tiene constancia».
Otro de los fenómenos que amenazan la vida de las personas son las olas de calor. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, ya se experimenta esta consecuencia del cambio climático. Un estudio reciente realizado por el científico del Conicet y experto en cambio climático Vicente Barros da cuenta de que en el último episodio de este tipo, en el verano de 2013/2014, se registraron, en la Capital, al menos 700 muertes más que el promedio del período, un 7% por encima.
Los «números significativos» a los que se refiere el científico parten de la base de que mientras el promedio de muertes en los meses de verano en la ciudad (diciembre, enero, febrero) es de 9500, desde 1996, según datos del Registro Civil local, en el mismo período del verano 2013/14 la cifra ascendió a 10.204.