La detención, tortura, desaparición y posterior aparición sin vida (años después) del joven a manos de la Policía Bonaerense, pone de relieve la estructura represiva en las fuerzas de seguridad argentinas, pese a la plena vigencia de la democracia, a más de 30 años de haberla recuperado.
A 8 años de la desaparición de Luciano Arruga en una comisaría de la Policía Bonaerense, en Lomas del Mirador, recuperamos los momentos más decisivos de este doloroso caso a través del relato de Fernando Tebele, integrante del espacio de periodismo social La Retaguardia.
Fueron años de incertidumbre, desde el año 2009 hasta 2014, cuando su cuerpo apareció como un NN en un cementerio. Su hallazgo significó el claro ejemplo de la deuda que la Argentina tienen en materia de derechos humanos, cuya mirada sobre ellos quedó atrapada y acotada a las oscuras páginas de la última dictadura militar. Sin embargo, sus vulneración y atropello sigue vigente; con Luciano Arruga quedó de manifiesto.
La charla con Fernando Tebele nos clarificó esta idea y nos amplió la noción de que, en nuestro país, las Fuerzas de Seguridad, todavía, son instituciones que están lejos de estar a la altura de lo que la democracia argentina demanda y necesita.