La Universidad Austral realizó un informe crítico sobre la situación del país en materia de transparencia, desde la falta de investigación en tiempo real del Estado sobre maniobras corruptas hasta la complicidad de la propia población sobre casos de corrupción.
La sensación de que la corrupción «se terminó» en la Argentina con el fin del kirchnerismo en el poder parece ser un anhelo cumplido a medias.
Por lo menos así queda en evidencia a partir del trabajo de la Universidad Austral.
Por segundo año consecutivo, elaboró un informe que recopila datos de distintos organismos: Transparencia Internacional, Banco Mundial, Foro Económico Mundial, Corporación Latinbarómetro y Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se toman los números más actualizados, en algunos casos del año pasado.
El trabajo, llamado «Indicadores Internacionales de la corrupción en la Argentina 2018», lo dirigió Marcelo Bermolén, abogado, especialista en acceso a la Información Pública, Calidad Institucional y Transparencia Electoral, y profesor de la Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la universidad.
En diálogo con Diego Corbalán en FM Milenium, Bermolén describió el informe realizado y dejó algunas recomendaciones para el combate contra la corrupción, con una pregunta en suspenso: Por qué Cambiemos no logró el ¿ansiado? fin de terminar con las prácticas corruptas en el seno del poder.
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