De las negociaciones entre siete sindicatos y dos asociaciones de empleadores surgió un incremento del 28 por ciento.
Como resultado de la primera negociación paritaria sectorial de la historia, el salario de las trabajadoras de casas particulares aumentará 28 por ciento. El incremento se implementará en dos tramos: un 21 por ciento a partir de septiembre y un 7 por ciento adicional (no acumulativo) desde diciembre. Con los nuevos parámetros salariales acordados entre los siete sindicatos y dos asociaciones de empleadores, en un espacio de negociación impulsado desde el Ministerio de Trabajo, el piso de la remuneración horaria para las asalariadas pasará de 33 a 40 pesos este mes y llegará a 43 pesos a fin de año. De esa forma, una trabajadora con retiro del hogar que realice tareas durante ocho horas debería recibir como mínimo 5358 pesos en diciembre.
Según el diario Página/12, la novedosa instancia de discusión salarial suma un instrumento para fortalecer el poder de negociación de uno de los colectivos laborales más vulnerables del país. Más de siete de cada diez trabajadoras están contratadas en condiciones irregulares que, muchas veces, son expuestas a situaciones de extrema precariedad. Los niveles de informalidad en el sector más que duplican el registro promedio para el total de la economía argentina.
La novedosa instancia de discusión salarial suma un instrumento para fortalecer el poder de negociación de uno de los colectivos laborales más vulnerables del país. Más de siete de cada diez trabajadoras están contratadas en condiciones irregulares que, muchas veces, son expuestas a situaciones de extrema precariedad.
Hasta el año pasado el aumento salarial para las trabajadoras de casas particulares –más del 90 por ciento de los ocupados son mujeres– era establecido desde la cartera laboral. La ley aprobada en 2013 para regular las condiciones de empleo el sector contempló la creación de la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares que, entre otras atribuciones, debe fijar las remuneraciones mínimas.
La nueva legislación sectorial que reemplazó un estatuto vigente desde 1956, reconoció a las empleadas domésticas los mismos derechos que el resto de los trabajadores: licencia por maternidad, vacaciones pagas, aguinaldo, indemnización por despido y limitó la jornada de trabajo a 8 horas diarias y 48 semanales.
La nueva legislación sectorial que reemplazó un estatuto vigente desde 1956, reconoció a las empleadas domésticas los mismos derechos que el resto de los trabajadores.
Con aquella (des)regulación para establecer una relación laboral dependiente, una trabajadora debía desempeñarse cuatro horas por día durante cuatro jornadas a la semana. Bajo las nuevas reglas, es posible regularizar la relación laboral sin importar la frecuencia semanal.