Las acusaciones de «gritona» a la candidata demócrata Hillary Clinton desnudan una discriminación de género para con las mujeres de la política que, especialmente en campaña, alzan su voz para dar energía a su discurso. A sus rivales, en cambio, se les reconoce en el grito un acto de reacción «temperamental».
Hillary Clinton grita en los mítines, como este lunes en Manchester. Su rival por la candidatura demócrata, Bernie Sanders, también.
Pero mientras muchos consideran al senador Bernie Sander como un «temperamental» por sus enérgicos discursos de campaña, Hillary Clinton se lleva otras opiniones. El economista Larry Kudrow la acusó en la CNBC de tener un discurso chillón y cercano a “Lenin o Trotski”; el periodista Bob Woodward apuntó en un programa matinal que “grita” en sus discursos, como si no estuviera cómoda. Y también ha recibido críticas desde la cadena FOX.

El economista Larry Kudrow la acusó a Hillary de tener un discurso chillón y cercano a “Lenin o Trotski”, mientras que el periodista Bob Woodward apuntó en un programa matinal que “grita” en sus discursos, como si no estuviera cómoda.

Según apunta el diario español El País, el debate sobre el sesgo sexista contra Clinton emerge cada cierto tiempo y acaba de hacerlo de nuevo. En una entrevista con CNN, la ex secretaria de Estado respondió a las preguntas sobre este asunto y afirmó que la sociedad vive aún “con un doble rasero”. “A veces hablo suave y otras veces me apasiono un poco, no conozco a ningún hombre que no lo haga y me resulta interesante que de repente eso se convierta en un gran debate en torno a mí”, dijo, pero añadió que no quería dedicar mucho más tiempo a hablar de esto. «Clinton sufre muchos ataques machistas, pero tiene un carácter increíble para centrarse en su mensaje», decía Mike Todd, un voluntario llegado desde Arkansas.

“A veces hablo suave y otras veces me apasiono un poco, no conozco a ningún hombre que no lo haga y me resulta interesante que de repente eso se convierta en un gran debate en torno a mí” (Hillary Clinton)

La corresponsal Amanda Mars de El País, señala que el género puede resultar un arma de doble filo para Clinton, ya que «no puede usarlo como argumento ni tampoco denunciar en exceso las críticas machistas para evitar dar una imagen victimista o en busca de rédito electoral». El que sí habló al respecto fue su marido, el expresidente Bill Clinton, quien denunció insultos y palabras “soeces” y “machistas” en las redes sociales por parte de seguidores de Bernie Sanders.