Durante cuatro días de mayo, Portugal funcionó solo con la fuerza del viento, del agua y del sol, según el rastreo en la Red Eléctrica Nacional de Zero, la asociación del sistema terrestre sostenible. Es la primera vez que ocurre algo así en un país desarrollado, uno de los países europeos con más horas de sol, pero también el océano Atlántico con grandes olas y vientos para aprovechar. En Inglaterra y Alemania se dieron procesos parecidos, pero solo durante unas horas.
En este año, el 74,7% de la producción energética nacional proviene de las energías no fósiles, principalmente del agua (44,1%) del total de las renovables, seguida del viento (25,6%) y de la biomasa (4%); por primera vez, la producción solar rebasó el 1% del total, según los datos de la Asociación de Energías Renovables, Apren.
La energía hídrica es hoy la más abundante, pero irá a menos, ya que mucho del potencial ya ha sido explotado por las instalaciones existentes. El futuro inmediato es para el viento, la tecnología más barata cuando se considera un nuevo proyecto de generación eléctrica, más barata incluso que otras convencionales como el gas natural o el carbón, según informa un portavoz de EDP. En el futuro se espera un abaratamiento de los costes de inversión de solar que permitiría que esta situación se haga más común, aunque no antes de 2020.
El futuro inmediato es para el viento, la tecnología más barata cuando se considera un nuevo proyecto de generación eléctrica, más barata incluso que otras convencionales como el gas natural o el carbón.
De todos modos, por ahora el beneficio económico no será tal para el ciudadano: aún da lo mismo que la energía que consume proceda de la compra de carbón o petróleo o de la naturaleza. La factura eléctrica del portugués es, después de la del alemán, la más cara de Europa, con una carga fiscal del 42%, solo superior a la que tienen daneses y alemanes, según datos de Eurostat. En proporción a la capacidad de compra del portugués, el precio de la electricidad y gas no tiene parangón en Europa.
Aparte de ventajas ecológicas, las energías renovables asientan la población rural. Por lo general, las instalaciones suelen construirse en zonas rurales donde existen mayores recursos de viento o agua. Este hecho mejora las economías rurales con la creación de puestos de trabajo, mejora de infraestructuras y un aumento de recaudación fiscal.
Las energías renovables se asientan en poblaciones rurales para aprovechar allí los mayores recursos de viento o agua. Esto mejora la creación de puestos de trabajo, la infraestructura e incrementa la recaudación fiscal.
El cambio de la producción energética en Portugal ha sido muy profundo en los últimos 40 años. EDPR, el principal generador nacional de energía, desarrolla parques eólicos desde 1996. En 1980 era uno de los países europeos energéticamente más contaminante, exactamente el 27º de 30 países, según el estudio realizado por Europe Diry 30, por culpa de la central termoeléctrica de Sines. Pero ya en el año 2004, Portugal había conseguido que casi el 20% de su consumo fuera energía renovable, mientras que en España apenas era del 8%.
Sin embargo, el horizonte sustentable se presenta con nubarrones. El vigilante europeo KeepOnTrack advierte que Portugal perdió terreno en los dos últimos años en su programa de sustitución de las energías fósiles y que, de seguir así, no cumplirá con el objetivo de la directiva europea para que en 2020 el 31% de su consumo energético proceda de fuentes no fósiles. España, Francia, Inglaterra e Irlanda, tampoco cumplirán.