GPD (Golf para Discapacitados) promueve la inclusión mediante la práctica de este deporte. No hay capacidad especial que limite su práctica, como tampoco los sueños y desafíos de esta institución.
El golf es uno de los deportes más inclusivos que existen. Si, así lo es. Porque su práctica permite que personas con distintas capacidades físicas y mentales se sumen a él y obtener logros muy gratificantes. Así lo entendieron en Golf para Discapacitados (GPD), una institución que vincula este deporte con personas con todo tipo de discapacidad
Néstor De Lellis, presidente de GPD, recuerda que los comienzos de esta experiencia solidaria e inclusiva fue en 2009 en el Servicio Nacional de Rehabilitación, de la mano del fundador del proyecto, ya fallecido, Pablo Ferrero.
Este profesor de golf apasionado por lo que hace aclara que el golf «no es un deporte de elite, lo puede hacer cualquier personal», y reafirma que esta disciplina permite que casi cualquier persona la pueda practicar: «En la escuela nuestra, el ‘no’ no existe. Cualquier persona con discapacidad puede jugar».
Asimismo, el presidente de GPD remarca que las clases que brindan «son completamente gratuitas. Al alumno le damos todo el material. Vienen a aprender y a divertirse», resalta con entusiasmo.