El transporte sufrió el incendio en agosto de 2015 que lo dejó fuera de circulación. Ya son varios los compromisos oficiales por darles una solución pero, al día de hoy, el tren sigue parado, sin sus vagones en condiciones.
El tren hospital de chicos de la Fundación Alma necesita seguir rodando hasta los pueblos sin atención pediátrica estable del norte del país. En agosto de 2015, un descarrilamiento de la formación que lo conducía de regreso a Buenos Aires provocó daños irreparables en el sistema de frenos, los enganches y las cañerías. Ya en el taller del Belgrano Cargas, dos incendios terminaron hiriéndolo de muerte.
A pesar de la importancia social y solidaria de este servicio, la fundación sigue a la espera de un reemplazo de los vagones.
En diálogo con Diego Corbalán en FM Milenium, la integrante de Comisión Directiva de la Fundación ALMA, Magdalena Pardo, señaló que a pesar de lo convenido, la institución sigue sin recibir los vagones adaptados como nuevo Tren Hospital, lo que hace que peligra «la continuidad de un hospital rodante y gratuito que nació en 1980».
Luego de 2 años de gestiones, y a pesar de del convenio firmado en marzo pasado -según el cual el nuevo Tren Hospital debe estar operativo durante 2017-, el Ferrocarril Belgrano Cargas y Logística aún no entregó a Fundación ALMA los vagones sanitarios acondicionados ni manifiesta certezas respecto del cumplimiento de lo acordado.
Para la institución, «el paso del tiempo, las reiteradas postergaciones de la firma del acuerdo definitivo y la falta de certidumbre acerca del accionar oficial ponen en serio peligro la continuidad de este servicio médico y social gratuito, que desde 1980 se dedica a la atención de la salud de chicos y adolescentes en riesgo social.
Para la Fundación ALMA la ausencia de este transporte sanitario en el norte argentino «implica cortar el acceso a la salud de comunidades vulnerables con profundas necesidades sociales«.