La campaña anual World Kidney Day dio a conocer una serie de recomendaciones indispensables para que dichos órganos vitales para nuestra salud su sufran deterioro debido a conductas inapropiadas.
En el Día Mundial del Riñón (una iniciativa conjunta de la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales) los organizadores nos aportan  reglas de oro para conservar en buena salud a nuestros riñones.
Según advierten ambas instituciones, «las enfermedades renales son asesinos silenciosos»:
1. Mantenerse en forma y activo
La actividad física ayuda a reducir la presión arterial y por lo tanto reduce el riesgo de enfermedad renal crónica.
2. Realizar regularmente el control de su nivel de azúcar en la sangre
Aproximadamente la mitad de las personas que tienen diabetes desarrollan daño renal, por lo que es importante para las personas con esta enfermedad que realicen pruebas regulares para controlar sus funciones renales.
El daño renal por la diabetes puede reducirse o evitarse si se detecta a tiempo.
3. Control su presión arterial
Aunque muchas personas pueden ser conscientes de que la presión arterial alta puede conducir a un ataque al corazón o accidente cerebrovascular, pocos saben que también que es la causa más común de daño renal.
El nivel de presión arterial normal es de 120/80. Entre este nivel y 139/89, se le considera pre-hipertensión, ante lo cual debe adoptarse un cambio en el estilo de vida y una modificación de la dieta. Al alcanzar 140/90 y más, el paciente debe discutir los riesgos con su médico y comenzar un monitoreo regular de la presión arterial. La presión arterial alta es especialmente probable que cause daño a los riñones cuando se asocia a otros factores como la diabetes, el colesterol alto y las enfermedades cardiovasculares.
4. Comer sano y mantener su peso bajo control
Esto puede ayudar a prevenir la diabetes, enfermedades cardíacas y otras condiciones asociadas con la enfermedad renal crónica.
Reducir el consumo de sal. La ingesta de sodio recomendada es de 5-6 gramos de sal por día (alrededor de una cucharadita). Con el fin de reducir el consumo de sal, tratar de limitar la cantidad de alimentos procesados ​​y de restaurante y no añadir sal a la comida. Será más fácil de controlar su ingesta si se prepara la comida en el hogar con ingredientes frescos.
5. Mantener una ingesta de líquidos saludables
Aunque los estudios clínicos no han llegado a un acuerdo sobre la cantidad ideal de agua y otros líquidos que se deben consumir diariamente para mantener una buena salud, el consenso general indica beber de 1,5 a 2 litros de agua por día.
Consumir mucho líquido ayuda eliminar de los riñones sodio, urea y toxinas. Esto contribuye disminuir el riesgo de contraer una enfermedad renal crónica.
6. No fumar
El consumo de tabaco retarda el flujo de sangre a los riñones. Cuanto menos sangre llega a los riñones más se perjudica su capacidad de funcionar adecuadamente. Fumar también aumenta el riesgo de cáncer de riñón en un 50 por ciento.
7. No automedicarse
Los medicamentos comunes, tales como el ibuprofeno, son conocidos por causar daño renal si se toman regularmente, sin control médico.
Tales medicamentos probablemente no sean peligrosos para unos riñones sanos. Su ingesta en casos de excepcionales no debiera constituir un riesgo para la salud de dichos órganos. Sin embargo, si se trata de dolor crónico, como artritis o dolor de espalda, consulte con su médico para encontrar un tratamiento adecuado para el dolor.
8. Revisar las funciones renales en casos especiales
Es importante realizar chequeos rutinarios ante la condición de paciente diabético, en el caso de tener presión alta, si se tiene sobrepeso y, finalmente, si un familiar padece de enfermedad renal.