Para los especialistas en el manejo de las ciudades, las urbes serán fundamentales para que el mundo se recupere tanto del COVID-19 como de la peor recesión en décadas. La afirmación es parte de los resultados del último informe publicado por ONU Habitat, la agencia de la ONU que trabaja en temas urbanos.
El trabajo se llama Las Ciudades del Mundo 2020. El estudio muestra el valor de la urbanización sostenible y cómo puede contribuir a los esfuerzos globales para reconstruir mejor después de la crisis.
La directora ejecutiva de ONU-Habitat, Maimunah Mohd Sharif, afirmó:
«Las ciudades y pueblos bien planificados, administrados y financiados crean valor económico, social, ambiental y otros valores no cuantificables que pueden mejorar enormemente la calidad de vida de todos”.
Mohd agregó que la urbanización se puede aprovechar para luchar contra la pobreza, la desigualdad, el desempleo, el cambio climático y otros desafíos mundiales urgentes.
A nivel mundial, alrededor del 55% de las personas viven en áreas urbanas. La cifra puede llegar a aumentar a casi el 70% para 2050. Las ciudades vienen estando en el epicentro de la pandemia de COVID-19. Según ONU Habitat, el 95% de los casos se registra en áreas urbanas. Incluso cuando el coronavirus ya circula en zonas rurales, la pandemia fue inicialmente un fenómeno urbano cuando estallaron epicentros en Wuhan, Milán, Madrid, Nueva York, Guayaquil y Manaos, entre otras ciudades.
A medida que el mundo se dirige hacia una recesión severa, las áreas urbanas, que representan más del 80% del PIB mundial, se verán afectadas de varias maneras, advierte el informe.
En primer lugar, la contracción de la economía mundial implica que habrá menos fondos disponibles para proyectos de desarrollo urbano. Es decir, habrá menos recursos para agua, saneamiento, sistemas de transporte público, vivienda adecuada y asequible. También se estima que se ralentizarán las mejoras de barrios marginales, erradicación de la pobreza y mejoras en la atención médica para responder a esta y futuras pandemias.
También se espera que los ingresos de las autoridades locales disminuyan entre un 15% y un 25% en 2021. Asimismo, probablemente acarreen una reducción de la prestación de servicios municipales. Es probable que el corte previsto de los ingresos afecte con mayor dureza a las ciudades del mundo en desarrollo.
Nueva agenda urbana
El informe enfatiza el papel de la Nueva Agenda Urbana. Se trata del plan de 20 años de la ONU para la urbanización sostenible, como una hoja de ruta para lograr el desarrollo sostenible y combatir el cambio climático.
A partir de políticas macroeconómicas adecuadas, una urbanización bien planificada y gestionada puede ayudar a los países a acelerar su crecimiento económico. Ese recorrido puede servir como un canal hacia los mercados globales, creando entornos productivos que atraigan la inversión internacional y aumenten la eficiencia económica. Estas mejoras serían fundamentales para sacar a los países de la recesión global ocasionada por la pandemia, afirma el estudio.
ONU Habitat explicó que las ciudades generan valor económico cuando funcionan de manera eficiente. Lo hace, por ejemplo, al brindar opciones de transporte que reducen la congestión del tráfico y acortan los tiempos de viaje, lo que permite un empleo más productivo.
El valor ambiental se genera en el caso de ciudades que tienen centros urbanos transitables, lo que lleva a una reducción en su huella de carbono general, agregó la agencia.
Las políticas urbanas también pueden reducir las desigualdades sociales. En ese sentido, pueden proporcionar vivienda para residentes de bajos ingresos o crear espacios seguros para grupos marginados. Entre ellos se encuentran los migrantes y las personas LGBTQ + (lesbianas, gays, bisexuales, trans y queer) son solo dos ejemplos.
Además, cuando las ciudades están bien planificadas y administradas, crean valor intangible al inculcar el orgullo cívico y servir como centros de tradiciones culturales, agrega el documento.
